Después de la Serie del Caribe, Yosvani Alarcón

Caracas, Venezuela.–Oí decir que, de tantas largas y consecutivas peleas detrás de home, Yosvani Alarcón anda medio «descuajeringa'o», y también, que no se queja ni lo habita el desánimo; simplemente sale al terreno y guapea.

Rehusó referirse al asunto, la insistencia de Granma lo convenció, amargado él –como sus compañeros–, porque, en la vuelta de Cuba a la Serie del Caribe, partido a partido, la meta le resbaló en los guantes, le patinó en los bates y en el montículo. «La verdad es que no quisiera dar entrevistas, pero no soy quién para negarme», aclaró, a modo de excusa por su postura.

«Jugué la Serie Nacional y la Liga Élite, más el play off con dolores. Para los últimos juegos tuve que medicarme. Luego vinieron los topes frente al equipo que fue para el Clásico. A la Serie del Caribe llegué con cansancio, jugué todos los partidos. Claro que pesa, sobre todo si acumulas 17 campañas y tienes 38 años, la carga no se asimila igual. Pero no me quejo, es lo que toca como pelotero».

Le aclaro que solo busco elementos para los juicios de un público, que, por razones obvias, está insatisfecho.

«El pueblo tiene razón cuando nos critica; nos debemos a él, somos parte de él. Esperaba que con nuestra actuación le diéramos alegría, y resultó lo contrario. No tengo nada que reprocharle».

–Y esos términos, a veces hirientes, que algunos usan al criticarlos, ¿no duelen?

–Sí, más que los músculos de mi espalda, que por estos días han requerido inyecciones y no han podido asistir al gimnasio. Pero es su manera, y su derecho; esperaban algo mejor de nosotros, y creo que tuvimos la posibilidad de hacerlo. Casi todos los juegos fueron muy parejos, pero a la hora buena fallamos.

«Dimos todo lo que teníamos, pero cometimos errores; las cosas salieron mal. Los atletas y la dirección del equipo sufrimos cada derrota; nos duelen mucho. Ni la justificación ni el dolor van a resolver nada; lo mejor es aprender, analizar, ver en qué fallamos y rectificar».

–En esa rectificación, ¿incluirías los refuerzos para el equipo?

–No podría respondértelo ahora. Tengo claro que esta Liga es fortísima, muchos aquí juegan, o han jugado en las Grandes Ligas y otros circuitos profesionales. Hay que traer lo mejor de la Liga nuestra, lo sé. Pero hay que ponerse en el lugar de ese, al que, a la hora de competir en el exterior, le dicen que un refuerzo ocupará su lugar en el equipo por el que compitió durante una temporada larga.

–Hablaste de tu edad y 17 temporadas, ¿acaso está cercano el retiro?

–No estoy acabado, aún me queda, lo dice mi rendimiento en las últimas temporadas. Puedo y quiero aportarle a la pelota de mi provincia y de Cuba. Por lo demás, a rectificar, y pa'lante.