Ningún equipo Cuba de pelota escapa de las polémicas, ni siquiera el del venidero Clásico Mundial, con jugadores procedentes de diferentes ligas profesionales y diversas maneras de contratos en ellas. Pero hemos dicho que la inconformidad en el terreno de beisbol es un signo de vitalidad. Si ella no existiera, entonces sí habría que preocuparse.
Es cierto que cuesta asimilar que el Jugador más Valioso del certamen de más calidad de la temporada, la I Liga Élite, quede fuera de la principal selección. Creo que Rafael Viñales cabía en el grupo, no solo por ese galardón, sino porque, incluso jugando en nuestro torneo, su solvencia al bate, asentada en una singular mecánica en home, y sus posibilidades a la defensa (receptor, primera base y jardinero), lo avalarían.
A nuestro juicio fue el punto más debatido de una escuadra que cumple con lo que se propuso el colectivo de dirección. Es versátil, con hombres para diferentes roles, tanto en el cuadro como en los jardines; a la ofensiva hay peloteros muy veloces, de buen contacto y de dimensiones de largometraje. En el pitcheo cuenta con rectas supersónicas; funciones bien definidas, en cuanto a abridores y relevistas, y repertorios variados.
Tiene variantes desde todos los ángulos ofensivos, con tres bateadores zurdos y uno ambidiestro, y lo mismo ocurre en la lomita, con cinco lanzadores de esa mano. Por supuesto que queda trabajo por hacer para medirse a un beisbol de mucha calidad, en un grupo que se ha dicho que es accesible en pos de la clasificación, sin embargo, cuenta con dos nóminas de mucha altura como Holanda e Italia, llena de jugadores de la MLB de Estados Unidos. A ellas se suman el oficio y la condición de sede de Taipéi de China, y el pedigrí beisbolero de Panamá.
Una aproximación a ese equipo, aunque lejana aún en el tiempo, la tendremos mañana y el lunes (1:30 p.m.), cuando salgan a la grama del Latinoamericano a enfrentar a Agricultores de Cuba, que se enrolará, a partir del día 2 de febrero, en la Serie del Caribe, en Caracas. Es una buena oportunidad, con los recursos endógenos de nuestra pelota, para aceitar la maquinaria de la agrupación tunera-granmense, la primera ante un compromiso competitivo en 2023, también de alto nivel.
Agricultores tendrá estos dos partidos antes de estrenarse en la justa caribeña frente a Curazao, un elenco que el propio mentor del elenco del Clásico Mundial, Armando Johnson, calificó de impresionante, al verlo en la Copa del Caribe, en Bahamas, el pasado noviembre. Ahora se espera que esté en la lid venezolana con una plantilla muy similar a la de Países Bajos en la cita mundialista.
Además, verá rivales como Tigres de Licey, máximo ganador de las series del Caribe, con diez pergaminos, y 23 en la liga dominicana; y espera por Cañeros de los Mochis y Algodoneros de Guasave, para saber cuál es el representante mexicano. Ese cotejo marcha a favor del primero por 3-2, al cierre de esta edición. Aguarda también por el de la sede, pues la porfía entre Tiburones de La Guaira y Leones del Caracas, favorecía por 2-0 a los depredadores del mar. Colombia, país que con Caimanes de Barranquilla ganó la edición precedente, estará con Vaqueros de Montería; por Puerto Rico, Indios de Mayagüez; y por Panamá, Federales de Chiriquí.

















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