ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La Liga Superior de baloncesto necesita ser un torneo de mayor organización y calidad. Foto: Ricardo López Hevia

Después de la Serie Nacional de Beisbol ningún otro evento deportivo en Cuba reunía tantos aficionados como la Liga Superior de Baloncesto. Por lo menos así fue desde el surgimiento de este certamen y durante los primeros 15 años del presente siglo.

Las actuales limitaciones económicas del país, castigado por un bloqueo recrudecido y el éxodo de atletas, pese a los beneficios que ofrecen las contrataciones en ligas profesionales, han hecho mella en este deporte, que ha visto cómo han decaído los resultados internacionales en la última década.

El baloncesto cubano no clasificó a los pasados Juegos Panamericanos de Lima-2019 ni a Santiago de Chile-2023, mientras que en los Centroamericanos de Barranquilla-2018 el equipo femenino quedó en plata y el masculino en bronce. En los últimos torneos centrobásquet y en las ventanas eliminatorias mundialistas los resultados también han sido discretos, pese a contar con atletas que brillan en ligas de alto nivel, tanto en Europa como en América.

En Cuba hay calidad técnica y humana para cambiar estos resultados, por lo menos a nivel regional. El primer paso está en mejorar el certamen doméstico. Cada temporada cambian las estructuras de la Liga Superior, varían la cantidad de partidos del calendario regular y los play off, los equipos juegan sin tener un tabloncillo en su territorio y las condiciones en las distintas sedes son diferentes. 

Para este año ya fue anunciado que la Liga Superior iniciará a mediados de febrero próximo (días 13-14), y los cronogramas de competencia comprenden torneos con diferentes formatos para cada sexo, aunque la fecha de arrancada coincide. 

Según la información ofrecida por el portal digital Jit, la lid masculina prevé ocho equipos y choques de ida y vuelta. La etapa regular se extenderá hasta el 11 de abril, para dejar la escena lista a los play off, en los que los cuatro mejores se enfrentarán en semifinales cruzadas al mejor en cinco partidos. Igual formato se empleará en la final.

Los equipos participantes en la rama varonil serán Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Capitalinos, Santiago de Cuba, Artemisa, Villa Clara, Mayabeque y Las Tunas.

Para las damas se pretende un torneo por grupos de tres rondas y varias sedes con los conjuntos de Santiago de Cuba, Guantánamo, Capitalinos, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Pinar del Río, Villa Clara y Camagüey en busca de la corona.

La pasada edición de la Liga Superior transitó sin penas ni glorias a nivel mediático, con escasas transmisiones de radio y televisión, y deficiente cobertura de los medios de prensa. Las estadísticas y los detalles de cada partido tardan en llegar, lo cual lastra el análisis de los desafíos. La inmediatez es imprescindible en los tiempos actuales. Estos son elementos que se pueden corregir de cara a la venidera contienda.

Solo los más fieles seguidores de este deporte en el país recuerdan que en la pasada campaña, Ciego de Ávila, el mejor elenco del baloncesto masculino cubano, logró su décima corona, en 15 finales, tras barrer en tres desafíos a la joven selección de Sancti Spíritus; y que Las Mambisas de Santiago de Cuba se coronaron luego de vencer a Guantánamo en cuatro desafíos.

El baloncesto es un deporte muy dinámico, con gran cantidad de acciones en poco tiempo; por lo tanto, se debe concebir como un espectáculo, incluso desde el trabajo de mesa y la planificación del torneo. Cualquier otra proyección constituye una vista errónea del deporte moderno. La Liga Superior de Baloncesto merece reverdecer laureles. El baloncesto cubano lo necesita.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Juan José dijo:

1

28 de febrero de 2023

12:34:32


Un formato de solo 8 equipos es insuficiente para lograr una mejor calidad de los jugadores, y por tanto, una mejor selección nacional. Un mínimo de 12, aunque en torno a 16 o 18 equipos, e incluso a 24. Y equipos fijos, no tanto selecciones regionales