Santiago de Cuba ha sido el equipo más estable del fútbol cubano en los últimos años. Los Diablos Rojos han conformado una nómina de calidad, punto primordial para la consecución de cuatro títulos domésticos entre 2017 y 2022.
Uno de sus baluartes en estos años ha sido el defensa central Erik Rizo. Su solvencia en la zaga y buen rendimiento en líneas generales le han valido ser convocado con frecuencia a la selección nacional.
Puede ocupar varias posiciones, ya que sus inicios fueron como volante de contención, y es capaz de jugar como lateral.
Su voz de mando en el fondo de la línea santiaguera es una garantía para sus compañeros, quienes saben que Rizo es un marcador de buen físico, rígido en el marcaje y que no elude el contacto ante sus oponentes.
Nos dijo que le ilusiona la idea de ser parte de una dinastía en Santiago de Cuba. «Para ello, disponemos de una buena cantera.
«En mi provincia este deporte ha crecido mucho y el equipo tiene material para aspirar a grandes resultados. Eso es fruto del buen trabajo que se ha hecho desde la base. No puedo dejar de mencionar que somos un grupo muy unido, que sabe jugar con intensidad y tiene múltiples opciones.
«A nosotros todos los rivales nos juegan fuerte. Si hemos podido sortear esos obstáculos se debe a que hemos sabido canalizar toda esa experiencia de manera positiva».
Para Rizo, los rivales más difíciles son Camagüey, La Habana y Artemisa, pero sostuvo que casi todos los conjuntos han crecido en calidad durante el último año.
A pesar de que no fue tomado en cuenta en la última convocatoria con el Cuba, sostuvo que se seguirá preparando a la espera de una nueva oportunidad.
«El enfoque ahora es alistarme para el Torneo Apertura, y ayudar a Santiago de Cuba para avanzar a una nueva final.
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