Croacia está para grandes cosas. Desde que participa como tal en Copas del Mundo, cada vez que supera la fase de grupos se cuela entre los cuatro mejores. Lo hizo en Francia-1998 donde fue tercera y en Rusia-2018, donde fue segunda.
En esta ocasión dejó en el camino a la pentacampeona Brasil y, para no variar, en tanda de penales. Livakovic y compañía frenaron el sueño de los aficionados brasileños que se dieron cita en el Education City de ver a su selección acercarse a la tan anhelada y esquiva sexta Copa.
Tite mantuvo el mismo once inicial que abrió ante Corea del Sur, mientras Zlatko Dalic dio paso a Pasalic por Livaja en la delantera.
Como era de esperar el partido fue muy trabado, especialmente en el mediocampo, con dominio del balón de ida y vuelta para ambos conjuntos. En tanto Brasil apostó su ataque por la banda izquierda, Croacia lo hizo por derecha con Juranovic.
En la segunda parte, Brasil mostró más profundidad en el ataque a partir de la entrada de Antony por Raphinha, tal vez el punto más bajo de la canarinha en el torneo. Lo cierto es que Libakovic de nuevo se mostró infranqueable y mantuvo la portería en cero.
Para el tiempo extra, en el primero Brasil continuó con el mismo ritmo, poniendo en aprietos a la zaga croata, pero sin éxito. En el descuento, lograron orquestar una jugada colectiva excepcional, liderada por Neymar, para poner el 1-0 por intermedio del jugador del PSG.
Con la entrada en el segundo de Fred y Alex Sandro, Tite buscó defender el resultado. Es así que Croacia tejió un contragolpe letal, para que Petkovic empatara al 117’.
La tanda de penales parece haberse impregnado en el ADN del equipo balcánico. Livakovic detuvo el cobro de Rodrygo, mientras Marquinhos dio al poste en el cuarto intento. Vlasic, Majer, Modric y Orsic no fallaron y conquistaron su clasificación a semifinales.
Con dramatismo, pero otra vez se cuelan entre los cuatro grandes.
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