ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Ganar la medalla de oro del Campeonato Mundial de Judo de Tashkent, en el cual los japoneses fueron protagonistas principales –como casi siempre–, fue la hazaña del cubano Andy Granda (+ 100 kg), quien, precisamente, derrotó en la final a un nipón.

El matancero, de Jovellanos, empezó en el judo guiado por su padre, Santiago Granda. En la lid del orbe tuvo un camino escabroso hasta encontrarse, en cuartos de final, con el segundo del ranking de la división, el georgiano Guram Tushishvili, tal vez el combate más fuerte.

«El georgiano es subcampeón de Tokio-2020 y, aunque era la primera ocasión en que combatíamos, me sentí seguro de poder vencerlo. Cuando logré la victoria, continué enfocado en avanzar hasta la final, sin menospreciar a los contrarios», dijo el yumurino.

–¿Y frente al japonés Tatsuro Saito, hijo de Hitoshi Saito, dos veces titular olímpico y mundial?

–Me tracé como táctica que no podía quedarme parado y tratar de dominar los agarres. Siempre estuve atacando, para tratar de marcar, o que amonestaran a Saito. Aunque el pleito se extendió a tiempo extra (Regla de Oro) lo extenué, hasta la descalificación.

–¿Es esta medalla la consagración de su carrera?

–Llevo 11 años en el equipo nacional y he participado en cinco campeonatos mundiales. En uno terminé entre los 16 primeros. Para este, la preparación fue muy buena desde que comenzamos el año, y salió un resultado inesperado para algunos, pero en el círculo de personas cercanas a mí sabían que podía producirse.

–¿Tiene otra satisfacción similar a esta?

–Ha sido un camino largo, empecé por los 90 kg, pasé a los cien, hasta llegar aquí. El oro de los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla-2018 lo llevo como un grato recuerdo, pues en la edición anterior gané la plata. Sin embargo, ayudó a convertirme en una persona perseverante, con la contribución de los entrenadores Justo Noda, Julio Alderete y, en mi etapa juvenil, el fallecido José Mesa.

–A los 30 años de edad, con una hija de solo dos, ¿le va a inculcar que practique el judo?

–A Ady Inés no le voy a imponer nada, pero me gustaría que fuera abogada o doctora.

 

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