Pese a la ola de violencia que sufre Ecuador, el gobierno de ese país y la alcaldía de Guayaquil ofrecieron plenas garantías de seguridad para la celebración, el próximo 29 de octubre, de la final de la Copa Libertadores, refleja Prensa Latina.
Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), se reunirá hoy con el mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso, para revisar los avances de la organización del juego que determinará al club campeón de la región.
La final será disputada entre los clubes brasileños Flamengo y Athletico Paranaense. El cuerpo técnico del segundo visitó las instalaciones del Estadio Monumental Banco Pichincha, sede del encuentro, y se espera que esta semana hagan lo mismo los delegados del conjunto carioca.
Conmebol refirió que hasta el momento progresan sin contratiempos «la organización y la logística de este partido, que definirá al ganador de uno de los torneos más importantes del mundo».

















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