Reinier Vera Mesa es pinareño, «pero creo que no podría jugar con otro equipo que no fuera el de Ciego de Ávila, en el cual me abrieron las puertas y jamás me las han cerrado. Eso no quiere decir que mi corazón no late por Pinar del Río», dijo el receptor avileño, tras una de las victorias que tienen a su escuadra invicta en el actual Campeonato Nacional de Softbol.
Lleva 16 años en la selección cubana de la llamada bola blanda, y desde su formación ha admirado a receptores de la talla de Evelio Hernández, Pedro Medina, Juan Castro y Ariel Pestano.
Tiene una química perfecta con el lanzador Alaín Román, en la actualidad el mejor de Cuba, y uno de los más sobresalientes a nivel mundial. Este dijo que Vera, a veces, ni le pide señas. «De mirarnos sabemos cuál es el lanzamiento para el bateador; sé que puedo lanzar lo que yo decida, él parece un torpedero detrás de home».
Expresó sentirse agotado «porque no he parado, con muchos juegos en ligas profesionales, y ahora en este torneo, con dos partidos diarios, pero uno lo da todo por el equipo», dijo Vera.
«No coincidí con Juan Castro ni lo vi jugar, pero sí lo aprecié en muchos videos. Es asombroso lo que hacía. Cuando enfrentó un envío de piconazo, es su imagen la que tengo, y me propuse intentar su elegancia, que tanta confianza le da a los lanzadores».
Aunque no lo haya dicho, Vera lo ha logrado. «Me preparo para eso, cultivo los reflejos en el entrenamiento, para evitar sorpresas. Entreno con mucho énfasis en la defensa, y sueño cada día con hacerlo mejor, como mismo sueño con un buen resultado en el próximo Mundial en Nueva Zelanda, en el mes de noviembre».
–En la lid nacional te poncharon con un lanzamiento lejos de home. ¿No te incomodaste con el árbitro?
–Es un turno, y en el juego hay otros que deben aprovecharse para que no ocurra lo mismo. El árbitro se equivoca y yo también; le he hecho swing a bolas que ni con dos bates la golpearía.
–¿Es verdad que te enfrentaste a Román en una liga profesional?
–En Guatemala, le conecté dos jits. Es que nos conocemos bien. A veces he pensado que me sobrellevó, pero él dice que no.
El también cuarto bate del equipo Cuba participó en la II Copa Monterrey, en México. «Se reunieron los mejores jugadores del mundo. Jugué con el Garca, que perdió en la final por 4-3 ante el WynnSport, considerado el mejor elenco del mundo, con varios atletas de la élite, como el lanzador Huemul Mata, campeón del último Mundial con Argentina, a quien le pegué un imparable».
Sobre la meta en el torneo nacional fue claro y preciso: «El campeón no aspira a otra cosa que a ganar».
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