Cuba en la final del Retadores mundial del voleibol

Luego de un inicio incierto en el set de apertura, en el cual el marcador reflejaba seis puntos de desventaja, el elenco cubano comenzó a reaccionar, y a la altura del punto 16 logró el empate, para irse de carrera hasta la raya 25 de la victoria en esa manga, en la que aceptó 22 tantos en contra. A partir de ese momento, la escuadra de la República Checa se borró de la cancha semifinalista del Challenger World Cup de voleibol, que se juega en Seúl Sudcorea.

Los otros dos sets fueron de idénticos 25-18, con amplio dominio de los jugadores antillanos, quienes tuvieron en su pasador Adrián Goide a una de las claves del éxito, por la certera distribución de balones para sus atacantes más letales: Miguel Ángel López, con 13 aportaciones a la pizarra desde sus remates, y Jesús Herrera, con 12. Ellos solos, con sus saltos y la fuerza de sus brazos, tributaron la puntuación de un parcial, o lo que es lo mismo cargaron con un tercio de los 75 registros de su equipo. Si quiere más traducción: de cada tres puntos caribeños, uno fue por el ataque de esa dupla.

López y Herrera fueron los hombres de mayor puntuación, pues el primero llegó a 17, al agregar tres bloqueos efectivos y uno más con su poderoso saque; mientras, defendiendo la net, el zurdo sumó dos más, para totalizar 14. También con doble digito terminó Osniel Mergarejo, por siete de sus remates, dos murallas arriba de la red y uno en el servicio.

En total, Cuba logró 41 puntos en ataque y la friolera de 16 en el bloqueo, la mitad de ellos repartidos entre el armador Goide y Roanmi Alonso, ambos con cuatro tapones frente a los embates checos. Significativo, por su sustancial mejoría fue que el plantel dirigido por Nicolás Vives, solo cometió 16 errores no forzados, a un promedio de cinco por cada tiempo jugado.