¿Granma favorito o el tropiezo con la misma piedra?

Otra vez, como en marzo del pasado 2021, Alazanes y Cocodrilos nos ponen en tres y dos. Sí, estamos ante la misión, de cara a los aficionados, de emitir un pronóstico de esta final. Hace poco más de un año nuestro vaticinio fue a favor de los de la Atenas de Cuba, y terminaron por entregar el título ganado en la 59 edición, al caer ante los granmenses por 4-2.

Recuerdo que titulamos, el día 26 de marzo del pasado año así: Matanzas es el favorito, pero Granma no cree en pronósticos. La frase era como un resguardo, pues en esta misma columna, en la porfía por el banderín de la temporada 56, con los avileños y los equinos orientales de protagonistas, expresamos –el 30 de diciembre de 2016– que los Tigres tenían más aptitudes que sus rivales. Lo que ocurrió fue todo lo contrario: la caballería arrasó por 4-0. En la siguiente campaña, la semifinal enfrentó a los que hoy son finalistas y, entonces, la ofensiva y el profundo pitcheo de los rojos hicieron que nos inclináramos por ellos. ¿Qué pasó? Galopada salvaje, no de 4-0, pero sí de 4-1, y todos los triunfos en línea. Además, para acentuar que no les hacían caso a las profecías, también se titularon en esa campaña.

¿A alguien que le haya sucedido algo así se atrevería a dar favorito a otro que no fuera el equipo que dirige el laureado Carlos Martí?

No es por temor a tropezar, ya no dos veces, sino una tercera ocasión con la misma piedra, que hoy vemos a Granma con más posibilidades de obtener lo que sería su cuarto título. Sin embargo, el propio mentor alazán sabe que esta versión de Matanzas, aunque diferente, igual que la de Granma, en más de un 50 % a la de la pasada final, parece más motivada. Incluso, a golpe de cubrir necesidades y casi salir del ostracismo en la tabla de posiciones, se ve más combativa, y hay que sumarle la caliente noticia de la incorporación de un Yadir Drake que pesa muchísimo.

Creo que los Alazanes hoy cubren un mayor espectro en el juego de pelota. Su ofensiva es muy versátil, algo en lo que supera a sus oponentes, pues si bien los yumurinos poseen poder, no tienen un equipo rápido: Nos parece más orgánico el pitcheo de los orientales, por su superioridad en el bullpen, detrás del abridor, y a la defensa ambos elencos se desenvuelven con mucho acierto.

Sin bien Matanzas va a su tercera final consecutiva y su quinta bajo ese rótulo, con un título en sus vitrinas, lo cierto es que la efectividad de Granma en esta instancia le mete miedo al susto, cada vez que ha llegado ha ganado, y lo ha hecho frente a tres rivales diferentes en los últimos cinco años: Ciego de Ávila, Las Tunas, y los propios Cocodrilos. En otras palabras, sabe ganar finales.

Pero ha de tener en cuenta la motivación de su adversario, un equipo crecido, que se ha levantado, cuando incluso algunos de sus parciales no creían que clasificaría. Ha tejido una cadena de victorias en estos play off que, según el certero dato de Yirsandy Rodríguez, amenaza un récord de otra galaxia: los del Pantano llevan ocho éxitos consecutivos y están a tres de la Aplanadora santiaguera, que en el año 2000 ganó 11 seguidos. Su mentor, Armando Ferrer, ha demostrado, como Carlos Martí, ser un sabio, lo que agrega un incentivo más, pues, en nuestra opinión, son hoy los directores más avezados de nuestra pelota.