
Matanzas, con un Noelvis Entenza lleno de entereza y seguridad logró lo que pudiera ser la victoria más importante de las conseguidas hasta este momento en la 61 Serie Nacional, al derrotar a Sacnti Spíritus por 5-3 en el segundo juego del play off semifinal. Ahora los Gallos, líderes de la temporada, están obligados a ganar cuatro de cinco encuentros, y tres de ellos deben coronarlos, justamente en el Palacio de los Cocodrilos.
Fue este un partido que comenzó el viernes y terminó hoy. En la primera parte, de cinco capítulos, la lluvia llegó cuando el choque reflejaba un empate a dos y obligó a posponer su decisión para la mañana sabatina.
La pizarra de la valla de los Gallos, el estadio José A. Huelga, se colmó de ceros hasta el inning 13, en el cual Yadir Mujica consiguió su primer jit después de diez turnos sin producir. En jugada de corrido y bateo, Jefferson Delgado lo llevó hasta segunda con inofensivo inatrapable. El relevista Yanieski Duardo alcanzó a poner la entrada en dos outs, pero una base intencional a Erisbel Arruebarruena, y tres boletos consecutivos con las bases llenas, dos de ellos del principal rescatista espirituano, Yankiel Mauri, les dieron el trío de anotaciones decisivas a los matanceros.
Llama la atención que esas transferencias fueron otorgadas a los hombres que ocupan los turnos séptimo y octavo en la alineación, la llamada tanda baja y, en la actual circunstancia, hombres con escasas comparecencias a home en toda la campaña, que están jugando por las bajas sufridas por el elenco yumurino.
Pero como los Gallos son de pelea, tras dos outs lograron poner corredores en primera y segunda y descontar una por el cuarto imparable del combativo Daviel Gómez, dejando la escena lista para que Frederich Cepeda empuñara el madero con la ventaja en sus muñecas. Entenza le lanzó tres pelotas muy malas, sin embargo, un grande como el espirituano no estaba allí para esperar un cuarto envío desviado. Si el lanzador venía a marcar, él iba a responder, y así fue: sacó un profundo elevado al jardín derecho, pegado a las cercas, que hizo latir a toda la geografía de Sancti Spíritus.
Fue el tercer out, el último del juego, pero también la imagen del mejor pelotero del siglo XXI en Cuba, que salió a dar el batazo que revirtiera la pizarra, y que dejó la orden para sus más jóvenes compañeros de no cejar en el empeño, aun cuando el play off se le ha puesto cuesta arriba.
Párrafo aparte para los matanceros. Entraron a la postemporada diminuidos por la salida de más de 15 de sus jugadores, buena parte de ellos titulares en la alineación; llegaron a la semifinal sin receptor titular y sin su principal relevista, y ya están a punto de conseguir su tercera final consecutiva bajo el mando de un verdadero mago: Armando Ferrer

















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