La felonía y el odio han fraguado

Como muestra de su odio y participación en el ataque oprobioso que en el deporte se desata para cercar a Rusia, la Federación Internacional de Voleibol anunció que Ucrania sustituirá al país euroasiático en el Campeonato Mundial masculino, fijado para agosto próximo.

Para completar la felonía, Ary Çraca, presidente de la FIVB, informó que el evento cambió su sede para compartirla entre Polonia y Eslovenia, «que, junto a otros países de Europa, potencialmente se unieron para eliminar a Rusia y sustituirla por Ucrania», afirmó.

Los ucranianos son el número 23 en el ranking mundial, pero no ganaron su boleto en Europa, lo cual cataloga la movida como falsa, para satisfacer a Occidente. El mismo Çraca aseguró en enero que el Campeonato se había otorgado desde 2018, y que los rusos lo asumirían como sede única, no compartida y, por primera vez, en diez ciudades del país anfitrión.

Ahora balbuceó que «el equipo nacional masculino de Rusia no tomará parte en el evento», por el conflicto en Ucrania, y se ha escogido como sede a Polonia, campeón del orbe en 2018 y en 2014, y a Eslovenia, clasificada en el Campeonato Europeo.

Rusia, incluyendo los éxitos de la urss, de la cual es heredera en la malla alta, ha ganado, desde la creación de estos certámenes en 1952, cinco medallas de oro, dos de plata e igual cantidad de bronce, para ser la máxima triunfadora, seguida por Brasil, Italia y Polonia, con tres de oro, respectivamente. Con ese historial, su elección para organizar el clásico era indiscutible.