La pelota se volvió loca este sábado

Este sábado la pelota se volvió loca y, al margen de las emociones, los fundamentos de este deporte sufrieron un crimen de leso béisbol: todos los partidos llevaron a los marcadores diez o más carreras, y en cinco sobrepasaron las 15; en seis de los ocho se batearon 20 o más jits, en los otros dos 15 o más; en cinco de los cotejos se otorgaron una decena o más de boletos, y en la jornada se cometieron 27 errores.

El castigo soportado por los lanzadores, más el descontrol de estos y una defensa del campo deficiente, son materias primas inflamables, las cuales solo conducen al siniestro. En el lenguaje beisbolero, a la derrota.

Por ejemplo, se traducen en lecturas tan inexplicables como las del partido entre Isla de la Juventud y Villa Clara, ganado por los Azucareros del centro por 11-5, bateando solo cuatro jits, tres de ellos en un solo inning, el segundo, cuando pisaron el home en nueve ocasiones. Como si fuera poco, la terna de indiscutibles no incluyó ningún extrabases. ¿Qué pasó?  Los serpentineros de los Piratas reglaron la friolera de ocho boletos, más un error y un elevado de sacrificio.

En ese choque, en total fueron 19 las bases por bolas, 12 de los perdedores y ocho de los naranjas. Es decir, en el cotejo, los pitchers pusieron más hombres en circulación que los jits que permitieron, 15 entre los dos elencos. Todo eso es cualquier cosa menos beisbol.

La tarde sabatina, además convulsionó la tabla de posiciones, de la cual es dueña ahora el equipo que mejor lo hace sobre el terreno, o el que, hasta el momento, es el más consecuente con este deporte. Los Cocodrilos de Matanzas noquearon a los Cazadores de Artemisa, en desafío en el que Aníbal Medina bateó de 2-1, pero ese uno fue un jonrón con las bases llenas, pasando al grupo que tiene cuatro batazos de esas dimensiones en la actual campaña, que ahora es de nueve jugadores. El zurdo Dariel Góngora aceptó dos de los cuatro inatrapables que le dieron en el primer capítulo para permitir la única que le hicieron.

En el Guillermón Moncada, Santiago de Cuba se tropezó con una actuación de ocho y un tercio, de solo cuatro jits, dos transferencias, cuatro permitidas (una sucia) y ocho ponches, protagonizada por Juan Contreras para que Camagüey alcanzara la victoria. Leonel Moa y Yendry Téllez (5-4), firmaron ocho de los 12 inatrapables de los Toros, y el segundo, además, logró dos tubeyes, impulsó dos y anotó una. Fue el primer revés de Danny Betancourt, quien esta vez no estuvo acertado en la tabla de lanzar: en dos y dos tercios recibió seis inatrapables, le anotaron cinco, dos de ellas sucias, y ponchó a dos y boleó a uno. La derrota dejó a las Avispas, a medio juego de los yumurinos.

Los Alazanes, campeones defensores, ganaban por 5-2 a los Tigres, pero, aun cuando no transfirió a ningún oponente, esta vez Joel Mojena no estuvo tan efectivo como en sus salidas anteriores, por lo que su aspiración de alcanzar su cuarta victoria se esfumó. No perdió, pero en cinco completos le dieron 12 jits, aceptó cuatro limpias y ponchó a tres.

En el séptimo los felinos igualaron a cinco el encuentro por el cuarto jonrón de Alfredo Fadraga, quien como Medina ingresó a la novena que lidera ese casillero. Después decidieron con un trío de unidades, dos de ellas impulsadas por el doble de Liosvany Pérez, a la postre las decisivas, frente al  relevista y perdedor Kelbis Rodríguez. Pérez había traído otra hacia home, en una tarde en la cual compilo de 4-3. En la lomita avileña, Dachel Duquesne no pudo terminar la tercera escena luego de que le registrarán cuatro veces, le pegaran la misma cantidad de jits, con cinco bases. Osvaldo Cárdenas, el ganador, trabajó en uno y un tercio, y fue removido por la entrada de Yosvany Avalos, para adjudicarse su quinto juego salvado de la justa. Con la victoria, Ciego de Ávila quedó sola en el tercer piso del edificio de la 61 Serie Nacional.

Mayabeque cayó al cuarto escaño tras ceder ante Pinar del Río, en un choque en el que se cometieron siete errores entre los dos planteles, y en el cual el mentor de los Huracanes. Michael González, envió al terreno a 24 de los 25 peloteros que, por reglamento, se pueden utilizar en un juego. Erlis Casanova lanzó en siete actos, permitiendo tres limpias, cuatro imparables, ponchó a esa misma cantidad y uno se le fue gratis a la inicial. En tanto, Lázaro Emilio Blanco (6-2), William Saavedra (4-3) y Yasser Julio González (6-4), tercero, cuarto y quinto bates de los pinareños, pegaron nueve incogibles de los 17 que dio su equipo, y empujaron diez de las 11 que anotaron, destacándose González, con un doble, un jonrón, una anotada y cinco remolcadas.

Sancti Spíritus alcanzó su tercer éxito en línea, con Carlos Gómez convertido en casi un equipo: bateó de 5-5 ante Holguín, incluyendo dos biangulares y un cuadrangular, dos anotadas y cinco impulsadas. Mientras, Alex Guerra permitía un quinteto de inatrapables, toleraba tres carreras, ponchaba a cinco, con tres boletos, para rubricar el triunfo. Al astro del pitcheo holguinero, el zurdo Luis Ángel Gómez no le fue nada bien, porque en solo dos actos, los Gallos le picaron siete veces, con ocho jits y un boleto, sin ponches.

Los tres primeros bates de los Leones de Industriales conectaron siete de los 12 indiscutibles que dio ese equipo, con el torpedero Sandy Menocal de comandante de ese ataque, al disparar tres en cinco veces al bate, un doble, un jonrón, dos propulsadas y cuatro registradas. Andy Vargas hizo un relevo largo de cuatro y dos tercios a partir del cuarto capítulo y se fue con una sonrisa: le dieron cuatro imparables, dio una base y ponchó a siete, aunque no pudo impedir tres de los Elefantes de Cienfuegos. Del lado de los paquidermos, Pavel Quesada también largó un vuelacercas y un tubey, pisó el home dos veces y trajo a cinco corredores, es decir, la mitad de las carreras de su equipo.

Los Leñadores ganaban por 6-1 a la altura del séptimo, cuando comenzó la rebelión de los Indios del Guaso, quienes igualaron el partido, marcando cinco: cuatro jits, dos de ellos dobles y un error dieron ese racimo, que después fue mayor en el octavo, con seis registros por cinco indiscutibles y otra pifia, que costó cinco anotaciones. El juego lo perdió, en rol de relevo, uno de sus mejores exponentes en esa función, Yosbel Alarcón. Paradójicamente, de las seis carreras, cinco fueron responsabilidad de la defensa. Guantánamo empleó a 23 de los 25 peloteros reglamentados y los tuneros llevaron a 22 a la hoja de anotación.

RESULTADOS DE LA JORNADA

(Ver tabla de posiciones)