El zurdo de Jovellanos de regreso al béisbol

MATANZAS.–Expresiones de alegría suscitan en la afición beisbolera las buenas noticias sobre el otrora estelar lanzador Jorge Luis «Tati» Valdés, a quien de un tiempo a la fecha se le ve de nuevo incorporado a los trajines de la pelota.

A los amantes de nuestro pasatiempo nacional, aquellos que disfrutaron de sus victorias para la causa matancera y cubana, los anima observar cómo esta gloria deportiva batalla por recuperarse de la enfermedad que ha atormentado su vida durante años.

Todo hace pensar que el legendario exlanzador se sobrepone al alcoholismo y, deseoso de darle un vuelco a su vida, con el respaldo de familiares, médicos y otras muchas personas, ha decidido subirse de nuevo a la «lomita», esta vez para transmitir sus experiencias a atletas en edades tempranas y colaborar con el cuerpo de dirección en apoyo a las más jóvenes figuras del staff de los Cocodrilos en la actual Serie Nacional.

Es una ayuda que agradecen y se toman muy en serio los atletas más noveles. «Sus recomendaciones son muy sensatas», comenta Jesús Salgado, entrenador de pitcheo de los Cocodrilos. «Les habla, sobre todo, de la importancia del control, de no distraerse sobre el box, de entrenar fuerte y de pensar no en tirar duro sino más bien preocuparse por lanzar con inteligencia».

Al astro matancero lo bautizaron como El zurdo de Jovellanos, un simple apelativo que le viene a las mil maravillas porque le hace honor a un atleta sin aires de grandeza, aunque clasifique como uno de los mejores serpentineros que ha pisado un terreno de pelota en nuestro país y esté incluido en el listado de los cien deportistas cubanos más destacados del siglo XX.

Ahora, como nunca, debe apelar a aquel control que lo caracterizó desde el box en sus años de gloria. Lo necesita para no perder el dominio de sí mismo en este otro momento crucial de su vida, y del que tanto se alegran los niños y jóvenes matanceros que sueñan con ser grandes lanzadores.

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