Desde la lomita con los primeros lanzamientos

Ante más de 25 000 espectadores, el 14 de enero de 1962, Jorge Santín, defendiendo la lomita de Azucareros, ganó el primer juego en series nacionales. Él tuvo una faena impecable, dejando sin carreras y en tres imparables a Orientales, que permitió seis anotaciones.

Desde entonces, a diferencia de lo que ocurre hoy, los primeros clásicos del beisbol cubano tuvieron predominio del pitcheo. Pudiera decirse que una pelota menos viva incidió en esa nula ofensiva. Pero cierto es también que la calidad de aquellos serpentineros presidía los desafíos del juego más apasionante de los cubanos.

Sin embargo, la pelota es un deporte que requiere de integralidad. Aunque el primer campeón, Occidentales, fue el de mejor expresión desde el montículo, con 2,46 de promedio de carreras limpias, igual lo fue con el bate, con 266 colectivamente.

En un pequeño espacio no caben todas las estadísticas de un deporte tan rico en ellas, de ahí que hayamos tomado una selección para homenajear a los pitchers a 60 años del estreno del principal certamen deportivo de Cuba.

Pero sí hay un lugarcito para las curiosidades: Serafín Zaldívar (Orientales), en la misma serie inaugural, despachó el primer jonrón de un lanzador, ante los envíos del habanero Franklyn Azpillaga, quien, además, había cargado con el primer cuadrangular de la historia de estas lides, cuando Raúl Díaz de Quesada, igualmente de Orientales), se la envió más allá de la cerca.

El próximo lanzamiento será para los primeros hechos relevantes, algunos irrepetibles hasta hoy.