
A pesar de archivar una victoria y una derrota en sus dos partidos amistosos frente a Nicaragua, la selección nacional de fútbol de Cuba tiene mucho trabajo por delante, si quiere mostrar una mejor imagen de cara a los próximos compromisos internacionales.
A pesar de presentar en tierras «nicas» un plantel al que le faltaron varios de los integrantes del once titular, los Leones del Caribe siguen con dificultades en la zona defensiva y en la parte medular de la cancha.
Si bien Nicaragua no es un rival ampliamente superior a Cuba, poder jugar contra una selección de similar nivel permite observar con mayor objetividad lo cerca o lejos que está el equipo nacional de avanzar cualitativamente en el área de la Concacaf.
Por el momento, poco se ha conseguido. Los puntos más fuertes por Cuba son la sobriedad en la portería y la escuadra de artilleros, quienes han mostrado movilidad, olfato goleador y asociaciones entre ellos para generar peligro de cara al arco rival.
Preocupante es la zaga cubana, pues se lograron observar distracciones en la marca, que casi siempre cuestan goles, y fue pobre trabajo por ambos laterales, donde el rival logra desbordar con mucha facilidad para mandar el balón al corazón del área.
El centro del campo necesita mayor dinamismo para conectar con el ataque, ya que los atacantes cubanos bajan con mucha frecuencia a buscar los balones que no les llegan. Se puede jugar a la contra, pero hay que apostar por conservar el balón el mayor tiempo y lograr un juego de pases que genere espacios en ataque.
Al cuerpo técnico que encabeza el profesor Pablo Elier Sánchez hay que darle un voto de confianza. Su trabajo debe ser a largo plazo, pero se necesita para ello todo el respaldo de la Asociación de Fútbol de Cuba, en los aspectos de gestionar compromisos amistosos internacionales, además de facilitar la llegada a tiempo a la concentración de todos los hombres que son convocados por el entrenador pinareño.
El horizonte de la escuadra cubana no se muestra ni optimista ni pesimista, y ese estado neutro es peligroso. Los dos compromisos ante Nicaragua se deben analizar como un parteaguas para impulsar a una selección nacional que tiene condiciones para avanzar en nuestra zona futbolística.
Aplicar todos los cambios para fortalecer un grupo superior a los 30 o 40 preseleccionados es posible. La voluntad debe ser trabajar apegados al respeto y compromiso con nuestro fútbol.
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Leandro martinez dijo:
1
25 de noviembre de 2021
18:56:20
Yolaida castellanos ramirez dijo:
2
27 de noviembre de 2021
10:49:04
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