«Cuando me decidí a ingresar en la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (Uccfd,) mi mamá se escandalizó, yo no tenía mucha vocación para estar en ella». Laura Cos Benítez está a punto de graduarse de Licenciada y agradece a su familia, que la ha visto crecerse en el campo de la investigación. «Empecé con la idea de formarme dentro de la Cultura Física Terapéutica, pero descubrí la Recreación y cómo, a partir de lo que aprendimos, trabajamos en los barrios con propuestas recreativas-deportivas, en un ambiente de transformación e integración maravilloso».
Laurita pudo vivir esas emociones, porque la Uccfd la arropó con el concepto de que la recreación no es diversión sin esfuerzo, ni ha de confundirse con el entretenimiento sin un compromiso ni participación creadora. Es re-crear, volver a crear o regenerar, divirtiendo mediante una actitud activa y participativa.
A la vera de la Mariposa, símbolo de la Uccfd, que al decir del profesor Eduardo Bustillo es obra del arquitecto Isidro Cordobés, una de las maravillas de la ingeniería civil cubana, la institución se erige en la universidad del cuerpo humano, pues allí se expresa la máxima del griego Aristóteles de que la educación se ha de ocupar primero del cuerpo antes que de la mente.
En ella se encauza la Educación Física con el fin de contribuir al desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes, mediante actividades físicas, deportivas y recreativas que tributan a la formación de un ser capaz de conducirse activa y conscientemente. Es donde se argumenta que la propia dinámica de la sociedad, impone al hombre una preparación constante para enfrentar la vida en consecuencia con los cambios que suceden, y que la Educación Física, por su perfil práctico, aporta al desarrollo físico y sicológico.
«Cuando un estudiante se enfrenta al llenado de la boleta para optar por una carrera tiene muchas opciones, pero hay una a la que califican como la más fácil de cursar: la nuestra. Hace años se minimiza esta profesión, y no culpo a nadie, pues cuando tenía 17 yo lo hice. Al cubrir mi documento no la puse entre las diez solicitudes. Sin embargo, fortuitamente llegué a ella, pero siempre con la idea de cambiarme para una ingeniería, que era lo que quería estudiar».
A Daniel Pérez Villarreal le quedan tres meses para graduarse y, tras dirigir la feu allí, define, emocionado, a un licenciado en Cultura Física y Deportes: «es de las personas más importantes de la sociedad, desarrolla en la comunidad el bienestar y la salud física. Lo hace el profe de Educación Física; el entrenador, ya sea de niños, jóvenes o adultos, o de los olímpicos, el preparador físico en su gimnasio, el rehabilitador, el terapeuta y el masajista».
Cuenta que sus amigos ingenieros le dicen que un portafolio es la identidad de un abogado y que un estetoscopio es la de un médico. «Pero nada en las manos y todo en la mente para lograr el bien de todos, es la de un licenciado en Cultura Física», responde.

MEDALLISTAS DE ORO CONTRA LA COVID
De esa importancia surgió, hace 29 años, el proyecto Marabana-Maracuba, convocatoria asentada científicamente en bases participativas. Su fundador y director, Carlos Gattorno, graduado de ese recinto, en sus primeros cursos, se siente orgulloso de Laura y Daniel. Les comentó que «desde la creación de la Escuela Superior de Educación Física y su tránsito como Instituto Superior de Cultura Física hasta la hoy Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte ha tenido un solo nombre: Comandante Manuel “Piti” Fajardo, su sello de identidad».
Él, además de médico, fue un gran voleibolista, incluso coincidió en las canchas con el singular entrenador de las morenas del Caribe, Eugenio George. «En Piti se reunían las cualidades de un egresado de la Uccfd: valoraba la práctica del ejercicio físico como un sólido bastión de salud, y cual ejemplar revolucionario, ponía la Medicina y esos valores en el centro de la comunidad», les dijo.
Son los propios estudiantes quienes hoy, en medio de la pandemia, están en los barrios con sus primeras investigaciones. Los de Matanzas crearon grupos en Telegram con ejercicios para la casa. Yan Alejandro Reyes, de tercer año, presentó una batería de ellos, destinados a mejorar la respiración en pacientes con la COVID-19. El guantanamero Alexey Palacios Pereira, de primero, tiene un proyecto: Piti en la calle, con niños y adultos, convalecientes de la enfermedad. En la Universidad de Oriente poseen un movimiento de bailoterapias en los centros de aislamientos para médicos y pacientes. Los avileños realizaron estudios de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la hipertensión, la diabetes o la obesidad, para aliviarlas con la Cultura Física Terapéutica.
Rodolfo Puente, el pelotero con más títulos mundiales en el planeta béisbol, con ocho, fue alumno y profesor del Fajardo, él lo llama así. «Me hizo otra persona y otro atleta, me ayudó en mi desarrollo intelectual y deportivo. El Fajardo ha sido el motor impulsor del desarrollo del deporte, gracias al pensamiento de Fidel».
Para el máster en Ciencias Silvano Merced Len, rector de la Uccfd, es vital el alcance social del egresado. «Los objetivos de quien concluye estudios en esta Academia es contribuir a una sólida salud en la población, mediante el fortalecimiento de valores que responden a las necesidades físicas y sociales; utilizar el deporte para desarrollar esas capacidades físicas que permitan la realización eficiente de otras actividades; lograr en las escuelas que los estudiantes lideren esa cultura del ejercicio para una mejor utilización del tiempo libre; desarrollar hábitos motores y habilidades prácticas, utilizar los conocimientos para prevenir más que curar e incorporarse a equipos multidisciplinarios en la rehabilitación de pacientes. En ellos se resumen nuestras cuatro líneas de formación: Educación Física, Deporte, Cultura Física Terapéutica y Recreación».
Asume que, para estudiar y graduarse en la Uccfd la principal cualidad es la sensibilidad, «porque por excelencia, preparamos a un educador. Por eso los proyectos de investigación en pregrado, maestrías y doctorados, van dirigidos a la solución de los problemas de la sociedad. Estamos hoy en los barrios capitalinos del Cerro, Diez de Octubre y Regla, llevando esos saberes que son capaces, pese a cualquier dificultad, de movilizar y transformar, despertando los valores que tenemos como nación».
«La Uccfd tiene que aportar en todas las esferas de la sociedad. Lo demuestran hoy los estudiantes con su participación frente al SARS-COV-2, no solo desde sus conocimientos, sino en centros de aislamiento, en hospitales y en las tiendas contra los coleros, entre otras tareas. Es un orgullo haber formado a más del 85 % de los campeones olímpicos y mundiales cubanos. Y eso es posible porque somos un equipo que siempre sale a ganar», dijo.


















COMENTAR
Responder comentario