Hace apenas unos días, Tokio-2020 bajó el telón de los 32 Juegos Olímpicos, una cita que no solo fue pospuesta un año, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, sino que, además, tuvo que celebrarse finalmente sin público, como medida de prevención ante los posibles contagios.
La competición también pasará a la historia, entre otros aspectos, por el alto nivel que mostraron los atletas –se batieron 20 récords del mundo–, y por las innovadoras tecnologías que se usaron por primera vez en unos Juegos Olímpicos.
Ante la ausencia de espectadores, la tecnología se convirtió en la mejor aliada para los amantes del deporte, haciéndoles llegar, a través de la pantalla, todos los detalles del encuentro olímpico. Por ejemplo, los deportistas de las pruebas de atletismo portaron sensores de movimiento en sus números de dorsal que, a su vez, interactuaban con una red de receptores instalados en los diferentes escenarios de competición.
Asimismo, el momento de la llegada a la meta fue revolucionado con dispositivos de células fotoeléctricas que emiten destellos de luz, y permiten detectar siluetas corporales con mayor precisión. Se trata de Scan’O’Vision Myria, una herramienta desarrollada por la reconocida firma suiza Omega que, de manera oficial, tuvo el papel de cronometrar los Juegos Olímpicos.
La referida tecnología estuvo encargada del photofinish, con una capacidad para grabar hasta 10 000 imágenes digitales por segundo y de producir, además, una foto compuesta, lo que facilitó a los jueces determinar las clasificaciones y los tiempos oficiales en cada prueba. Otra cuestión novedosa es que, en vez de la pistola tradicional para dar la salida a los competidores en la pista, se utilizó una electrónica, conectada a altavoces localizados detrás de cada corredor.
Tokio-2020 se convirtieran en los primeros Juegos Olímpicos en que fue posible conocer el ritmo cardiaco de los deportistas en tiempo real, como sucedió en la cobertura del tiro con arco.
Para ello se colocaron cuatro cámaras a aproximadamente 12 metros de los atletas, enfocando sus rostros y analizando los pequeños cambios de color de su piel, generados por la contracción de los vasos sanguíneos, según información emitida por la Olympic Broadcasting Services (OBS, por su sigla en inglés), que se encarga de producir y facilitar la imagen de las competiciones.
Así los espectadores pudieron ser testigos de las variaciones en los latidos del corazón y la adrenalina experimentada por el arquero, a través de los gráficos que se mostraban en pantalla.
DESDE LAS CÁMARAS, «CONECTAR» CON LAS AUDIENCIAS
Dentro de las innovaciones de la cita olímpica también destaca que los Juegos se produjeron en 4K HDR, una tecnología que mejora la calidad de la imagen, añadiendo mayor rango dinámico de luz y color, y que acercó, como nunca antes, la transmisión a lo que sucede en los diferentes circuitos de competencia. Además, fueron instalados sistemas de repetición multicámara, compuestos de entre 60 y 80 cámaras 4K que ofrecieron la posibilidad de recrear acciones en 360 grados.
Por otra parte, OBS encontró nuevas vías para narrar Tokio-2020 ante la cantidad de usuarios que, a través de móviles y tablets, visualizan contenidos en vivo. En función de ello, esta agencia del Comité Olímpico Internacional amplió su servidor de medios cloud (la nube), ofreciendo la posibilidad de editar y descargar todas las piezas de formato reducido, en diferentes resoluciones.
De igual forma, OBS hizo de la participación de los aficionados una de sus prioridades, al disponer de una suite digital engagement fan, que se convirtió en un puente de interacción entre espectadores y atletas. Según declaraciones de Yiannis Exarchos, director general de OBS, se desarrollaron varias ideas, especialmente relacionadas con el uso de la participación y la tecnología digital para atraer a los aficionados de todo el mundo a las sedes.
Estas herramientas, dijo, no solo permitieron a los amigos y familiares interactuar con los competidores dentro del recinto, sino que también proporcionaron a las emisoras acceso a nuevos flujos de participación y módulos interactivos que ofrecieron una gran cantidad de oportunidades de contenido.
Así, por ejemplo, estuvo la iniciativa del proyecto Share the passion, que brindó, a las familias de los deportistas y a los espectadores de todo el mundo, la oportunidad de expresar su apoyo, mediante el envío de mensajes de video y texto, que luego eran reproducidos en pantallas gigantes, y que de alguna forma llenaban ese espacio de vacío en medio de las gradas.
Otra ocasión para las emociones fue el Athlete Moment, un sistema mediante el cual los campeones, luego de la victoria, podían ver a sus seres queridos y compartir, desde la sensación de cercanía que aportan las tecnologías, ese momento de felicidad.
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Ramon dijo:
1
20 de agosto de 2021
13:25:30
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