Bajo estrictas medidas de bioseguridad para evitar el acecho de la COVID-19, entrenan en la sala Giraldo Córdova Cardín 15 integrantes y tres directivos del elenco de baloncesto cubano, rama varonil, que tiene como difícil meta luchar por la clasificación en el torneo de FIBA América, que comienza a finales de junio en El Salvador, y confiere plazas para el próximo mundial.
El director técnico de los preseleccionados, José Ramírez Paz, dijo al periódico Invasor que tanto entrenadores como jugadores se encuentran bien y trabajan de acuerdo con lo planificado, después que se le realizara la prueba de PCR a cada uno de ellos.
Refirió el avezado preparador que el elenco criollo tendrá a su favor la incorporación de varios atletas que cumplen compromisos fuera de Cuba, entre ellos, el santiaguero Javier Jústiz, que compite con el Casademont Zaragoza y el habanero Jasiel Rivero en el San Pablo Burgos, ambos en la Liga Endesa de España.
De igual manera lo harán Yoenky Mencía y el avileño Pedro Bombino, contratados en Argentina; Ricardo García, recién llegado de Japón; Osmel Oliva, presente en la liga salvadoreña; Karel Guzmán, con desempeño en Rumania, y Yorman Polás, en Alemania.
De acuerdo con el técnico, las lista preliminar está sujeta a cualquier variación, en dependencia de situaciones específicas de los deportistas, de ahí la importancia del trabajo que cometen en Ciego de Ávila para que los chicos que aquí se preparan estén aptos en aras del riguroso compromiso.
Costa Rica, El Salvador y Bahamas serán los primeros rivales de Cuba. Los dos primeros del grupo pasarán a la siguiente fase.
La mejor actuación de un elenco de baloncesto de Cuba fue en la Olimpíada de Munich 72, cuando venció (66-65) al conjunto de Italia y obtuvo la medalla de bronce, hasta ahora, única en estas lides.
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