Ernesto seguirá siendo el compañero de batalla

Ernesto Reinoso Piñera nos enseñó a ganar los juegos más importantes, porque su fuerza al bate, su recta de 90 millas y su defensa del terreno no pasaban por un palmarés de alto average o de asombrosas estadísticas. Él llenó a la pelota de la jugada perfecta: la unidad.

Ella brotó en la 60 Serie Nacional, y hoy la vemos en el extenso grupo de talentos que se prepara de cara al compromiso más importante, llegar a los Juegos de Tokio. El comisionado de béisbol no ha muerto, nos deja un legado de lecciones para ir de victoria en victoria. Será siempre ese compañero de batalla que dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al sentir la partida física de este combatiente del deporte, del Partido y de la Revolución.

En la despedida, en la necrópolis de Colón, que contó con las ofrendas florales de Díaz-Canel, del Consejo de Dirección del Inder y del Comité Olímpico Cubano, acompañaron a sus familiares y amigos el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, Jorge Luis Broche Lorenzo, jefe de su departamento de Educación, Deportes y Ciencia; los presidentes del organismo deportivo y del Comité Olímpico Cubano, Osvaldo Vento Montiller y Roberto León Richard, así como glorias del béisbol, compañeros de trabajo y familiares.