El último combate de Orestes Pedroso

Matanzas.-Este martes, alrededor de las cinco de la tarde, el fajador Orestes Pedroso efectuó su último combate, a la edad de 73 años. Flaqueó el corazón, su ensañado rival fuera del cuadrilátero.  

El legendario boxeador, cuya fortaleza física y su golpeo constante le imprimieron gran autoridad sobre el ring, era fácil de identificar, porque frente a él ningún adversario ponía en duda su coraje. De los que nunca «tiró la toalla».

Se convirtió en uno de los nombres más importantes del boxeo cubano después de su sorprendente victoria ante el estadounidense Leon Spinks, en la discusión por la medalla de oro en la división de los semipesados, durante los Juegos Panamericanos en México (1975). Debajo en el marcador, el matancero salió en el tercer asalto a ganar a cualquier precio y terminó imponiéndose en cerrado duelo, en el que, inclusive, sufrió fractura en una de sus manos.

Fue la pelea que lo encumbró, pues el estadounidense se convertiría luego en leyenda. Un año después, Spinks venció a Sixto Soria en los Juegos Olímpicos de Montreal, y más tarde sería campeón mundial de peso pesado en el boxeo profesional, nada menos que frente al mítico Muhammad Ali. Curiosamente, Spinks falleció el pasado mes de febrero, a los 67 años, víctima de un cáncer de próstata.

Otro de los recuerdos que mejor conservarán aquellos que conocieron a Pedroso fue su sencillez, el hombre que nunca olvidó sus orígenes y que le divertía conversar con quienes lo interrogaban en plena calle.