Raico y Roel, los Santos que bajaron a Matanzas

No se trató de una jornada de culto a ninguna deidad, aunque el dios béisbol tiene que sentirse complacido por los dos primeros partidos que Granma y Matanzas le han ofrendado en esta final. Sin embargo, no hay duda de que Roel y Raico Santos elevaron a los Alazanes a un punto muy alto en pos de la corona, al mismo tiempo que bajaron a los Cocodrilos a una situación bien compleja, tras su segunda derrota consecutiva.

Ubicados en los turnos primero y tercero, los primos impulsaron cinco de las seis carreras de los granmenses y pegaron cuatro de los 11 indiscutibles de esa alineación. Raico fue todavía más, impulsando el empate en el sexto y decidiendo, con jonrón, en el octavo. Sus bates firmaron el nuevo triunfo, en un partido que, aunque diferente al duelo de pitcheo del domingo, resultó otra joya.

Si bien los dos zurdos, a los que ya llaman en Granma los Diablos Santos, fueron clave, hay varios pasajes determinantes en el desenlace del choque. Del lado de los ganadores, hay que darle mucho crédito a Leandro Martínez, quien mantuvo sin jits, en 4,1 entradas, a la temible ofensiva yumurina. Pero, a nuestro modo de ver, la pauta del éxito de los dirigidos por Carlos Martí transitó también por el relevo de Erluis Blanco. Sin el protagonismo de Carlos Santana o Kelbis Rodríguez, los principales rescatistas de la caballería, el muchacho amarró en 2,2 episodios a los matanceros, con su consagración en el octavo acto, cuando, con uno en circulación, ponchó, consecutivamente, a tercero y cuarto, Erisbel Arruebarruena y Yadir Drake.

Por supuesto, la mirada desde el pantano no es la misma. Las tres primeras anotaciones de los Alazanes se registran después de que cuatro corredores entraran en bases por un trío de boletos y un error, que precedieron a las conexiones remolcadoras; luego, en el sexto, un toque de sacrificio se convierte en jit, se llenan las bases (también un boleto mediante) y en eso llegó Raico para igualar el cotejo a cinco. Como si fuera poco, en el noveno, con hombres en primera y tercera, sin outs, en fácil rolata a primera, el de la antesala no sale a romper el dobleplay, jugada de abecé del béisbol. Consecuencia: dos outs y hombre en tercera, que allí quedó, porque el lanzador, Santana, se compuso, ponchando a Eduardo Blanco.

«El pelotero no puede pensar en el momento de la jugada, tiene que haberlo hecho antes. Son errores tácticos que pesan más que los que van a las hojas y cuestan campeonatos. Claro que saldremos a la remontada, no hay de otra. Sí, Arruebarruena se ha ponchado seis veces en siete turnos, pero nos ha decidido muchos juegos, merecía la confianza, tendríamos que evaluar esta situación ahora. El derecho Renner Rivero será el abridor este miércoles», dijo el mentor de los campeones defensores, Armando Ferrer.

«Cada desafío será como estos dos: tensos. No hemos hecho nada con dos victorias, solo estamos a la mitad del camino. Para ganar hay que triunfar en cuatro. No podemos pensar en lo que le pasó a Las Tunas ante Matanzas en una situación similar, sino en lo que nosotros seamos capaces de hacer. El abridor este miércoles será César García», afirmó el timonel Carlos Martí, de segundo apellido Santos.

El campeón, y al que dimos como favorito, está en un atolladero. Para retener la corona ha de vencer en cuatro de cinco los juegos que restarían, y uno de ellos se lo tendrá que ganar al Lázaro «El Caballo» Blanco, que no ha perdido en esta postemporada. ¿Será que Granma volverá a destrozar los vaticinios?

RESULTADOS DE LA JORNADA