Nadar contra el tiempo

Las aspiraciones de Luis Vega para asistir a sus segundos Juegos Olímpicos constituyen todo un reto. Sin embargo, el nadador capitalino está dispuesto a dar hasta la última brazada para conseguir la marca requerida (1:56.48 minutos) y presentarse en la cita multideportiva de Tokio.

Cinco años atrás, llegó a Río-2016, en la prueba de los 400 metros combinados, y pudo cumplir su sueño olímpico. Esta vez, apuesta por los 200 metros mariposa, pues considera que es donde tiene más oportunidades para regresar a la fiesta bajo los cinco aros.

Desde hace unas semanas, está en Kazán, Rusia, como parte de una beca que cursó la Federación Internacional de Natación (fina) a la entidad cubana, la cual decidió que junto a él estuvieran la mariposista Lorena González y el clavadista Carlos Daniel Ramos.

Según Vega, los tres deben permanecer hasta el verano en suelo ruso. Para él, este periplo es la oportunidad para conseguir la exigente marca. «Tengo que lograr mi mejor registro, si quiero ir a Tokio. El tope personal lo tengo en 1:59.22 minutos, alcanzado en los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018».

Adelantó que entrena todos los días, menos los domingos, y son pocos los cambios que ha hecho en Rusia, en relación con el trabajo diario que hacía en La Habana.

«Tengo previsto una competencia para abril en Moscú, pero no sé si iré, porque es limitada la participación de nadadores extranjeros. Es el clasificatorio nacional olímpico ruso, donde estarán los mejores nadadores del país. Estamos en espera del aviso», dijo.

«Sé que necesito ir a varios eventos de la fina para poder clasificar en los 200 mariposa. No participo en otras pruebas, porque estoy más lejos de los tiempos que se piden».

Si Luis Vega no logra la cota, le queda la opción de obtener un Wild Card. Usualmente la fina entrega dos plazas en cada prueba, una a las mujeres y la otra a los hombres. «He tratado de recuperar el tiempo perdido por la COVID-19. Doy lo mejor de mí en cada jornada, pero el reto es grande. Las cosas van bien y la preparación en Kazán es positiva. Si voy a Tokio, quiero hacer una nueva marca personal allí y quedar en el mejor lugar posible».