Francine Niyonsaba, subcampeona olímpica de los 800 metros en Río de Janeiro 2016, ha decidido cambiar de distancia y comenzar a competir en los 5 000 metros, a pesar de que la carrera más larga en la que había intervenido hasta ahora era en los 2 000.
¿El motivo? Niyonsaba presenta altos niveles de testosterona en sangre, una condición que le impide participar en las pruebas que van desde los 400 hasta los 1 500, incluyendo las carreras con obstáculos, según las regulaciones aprobadas por World Athletics en 2019.
En declaraciones al Canal Olímpico Oficial de Tokio-2020, Francine se había mostrado en desacuerdo con la medida del ente rector del atletismo mundial: «Para mí, se trata de discriminación, no tiene sentido, no elegí haber nacido así y no voy a cambiar», dijo la bicampeona mundial en la doble vuelta al óvalo bajo techo.
La polémica regla aprobada por World Athletics también afecta a Caster Semenya, oro en la cita brasileña bajo los cinco aros, quien perdió en su recurso de apelación contra la medida, cuando esta fue anunciada, y ahora se prepara para correr en los 200 metros, una prueba en la que su marca personal todavía dista de lo requerido para clasificar automáticamente a los próximos Juegos Olímpicos. (Redacción Deportiva)

















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