¿Se mantendrá el pronóstico en el quinto juego?

Si nos ajustamos al significado del vocablo pronosticar que aparece en el diccionario de la Real Academia Española (predecir algo futuro a partir de indicios), nadie que haya dado como favorito a Granma sobre Industriales en los cuartos de finales de la 60 Serie Nacional tiene por qué sonrojarse a la altura del decisivo y quinto juego que se celebrará hoy. Pero también debe tener en cuenta que, si esas señales previas no aparecen, el vaticinio puede cambiar, como lo hace la trayectoria de un ciclón ante una variación de las condiciones climáticas.

En este, y en la gran mayoría de los espacios deportivos, dimos vencedores a los Alazanes, aunque –y no a manera de parche– fijábamos, el 25 de enero pasado, la única forma que los Leones tenían de revertir la «profecía» que los condenaba. Apuntábamos que la vía para dar el vuelco pasaba por la efectividad de su pitcheo abridor para exponer menos a sus relevistas, de indicadores deteriorados, como casi todos los equipos.

Si Industriales está hoy en un quinto partido es por eso, porque los encargados de las aperturas llegaron, o pasaron, el sexto capítulo, y, en sentido general, los rescatistas, con menos tiempo de exposición, han sido más resolutivos. Eso ha permitido anular a la poderosa ofensiva granmense, que llegó a los juegos de play off con average de 314 (la tercera de la contienda), pero que ahora anda por un bajo 263.

¿Son estas algunas manifestaciones a tener en cuenta para un resultado hoy? Lo son, pero este play off ha tenido como base la labor monticular y, en esta jornada de crucial desafío, el que mejor llega sobre la lomita es el elenco oriental, con Lázaro Blanco como abridor; César García disponible, y Kelbis Rodríguez descansado, un hombre que creció con el calendario, en función de relevista.

Industriales opondrá, y esa es su clave para entrar a semifinales, una necesaria mejor faena de Maykel Taylor, reaparecido en el segundo encuentro de este duelo, y volvería a contar con su cerrador estrella, Andy Rodríguez. Esa fórmula debería acompañarla de una estructura zurda en la parte de arriba de la alineación.

Hay quienes ven a favor del lado capitalino, que Blanco tendría la exigencia, en un choque decisivo, de repetir la excelencia del pasado 28 de enero, pero del lado granmense la aspiración descansa en que sus maderos pueden explotar toda su fuerza. Ambos argumentos, en un desafío donde la motivación es un jugador muy importante, pueden expresarse sobre el terreno.

Si ganara Granma, ya tendríamos instalada una semifinal, pues con la eliminación de Sancti Spíritus, en el reordenamiento de las posiciones, los Alazanes serían el primer conjunto y rivales de Pinar del Río, que, al entrar octavo, anclaría en la cuarta plaza.

En cambio, si es Industriales el vencedor, los de la capital y los Vegueros esperarían por los ganadores de los duelos Matanzas-Cienfuegos y Santiago de Cuba-Las Tunas. Si vencen los Cocodrilos, se enfrentarían a los vueltabajeros, pero si triunfa Cienfuegos, entonces el mejor entre Avispas y Leñadores jugaría contra los más occidentales, y los Elefantes con los Leones.

La respuesta a si es posible un clásico Santiago de Cuba-Industriales, es sí: en semifinales o por el título, lo cual no ocurre hace 14 años, desde la 46 Serie Nacional, en 2007. Aunque muchos quisieran degustar ese, el mejor plato de la cocina cubana del béisbol, creo que no están los ingredientes para servirlo, pues no solo los Azules deben eliminar a Granma, sino que Cienfuegos tendría que dejar fuera del convite al campeón defensor.