Rolando Acebal, el jefe del colectivo de entrenadores de la escuadra cubana de boxeo, oriundo del Realengo 18 en Guantánamo, califica de exitosa la preparación que realizó la preselección nacional en los últimos cuatro meses, pero va directo a la responsabilidad: «hay que incrementar la concentración», una vez retornen los pugilistas a la Escuela Nacional de Boxeo, Holveín Quesada, tras las vacaciones por el fin de año.
«El 2021 será un año olímpico y todos los que aquí entrenan tienen la oportunidad de ganarse el puesto al torneo preolímpico de las Américas. El hecho de que exista una rivalidad a nivel nacional en casi todas las divisiones es muy significativo para nosotros, ya que apenas hay competencias internacionales en estos momentos», advirtió.
Acebal sostiene que la competitividad de nuestro boxeo pasa porque en cada categoría coexistan dos o tres figuras que peleen a un mismo nivel. Si a ello se le suman muchachos de perspectiva inmediata, procedentes de las filas juveniles, entonces se puede aspirar a terminar el ciclo olímpico con calidad, comentó.
«Para ganarse el puesto en el preolímpico, hay que demostrar quién es el mejor. Nosotros seremos justos con todos los muchachos. Vamos a esperar hasta última hora para nombrar a los ocho representantes. No se llevará a nadie por un capricho o por cuestiones subjetivas», puntualizó.
Sobre los cambios de división de algunas figuras, consideró que se trató de cuestiones oportunas, pues a varios hombres les costaba mucho hacer el peso. De ahí que se analizara moverlos a las categorías superiores. «Arlen López (81) y Julio César La Cruz (91) son los cambios más significativos. Ellos están en muy buena forma en estos momentos, sus capacidades boxísticas están al máximo. Solo necesitamos que se den las competencias internacionales y se podrá observar lo bien que se encuentran».
Anticipó que el equipo de Kazajstán visitará Cuba en enero, con el fin de hacer una base de entrenamiento. Para Acebal, la llegada de los kazajos sería positiva, porque les permitirá desarrollar otro tipo de trabajo sobre el ring, el cual ha de rendir dividendos.
A pesar de mostrar su satisfacción por la preparación alcanzada en el conjunto nacional, el preparador principal está inconforme con la reducción de las categorías olímpicas de diez a ocho. En su opinión, el torneo boxístico de los Juegos Olímpicos será bien fuerte, independientemente del potencial que tiene Cuba en casi todas las divisiones, porque los contrarios dan el máximo por una presea.
«El hecho de tener menos divisiones afecta a las potencias del boxeo y no a las naciones que llevan dos o tres representantes. A Tokio vamos por alcanzar dos medallas de oro e igual número de bronce. El 50 % del equipo alcanzaría pergaminos, es un resultado exigente el que nos proponemos, no se puede aspirar a menos», subrayó.
Para conseguir ese objetivo, Acebal destaca la labor que sostienen día a día el resto de los entrenadores y el grupo de Medicina deportiva que los acompaña en la Escuela Nacional de Boxeo.
«Este equipo de trabajo es muy sacrificado, está bien preparado en sus áreas, con mucha disposición a trabajar con los boxeadores. Detrás de las medallas están todos ellos», finalizó.
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