matanzas.-Casi nueve bases por bolas como promedio en cada juego de la actual campaña beisbolera, confirman cuánto falta por mejorar.
Cuando al entrenador de pitcheo Jesús Salgado le preguntan por qué los lanzadores en la Serie Nacional son tan descontrolados, él echa mano a una respuesta bien pensada: «es el miedo al bate de aluminio». Dice que esa reacción aún persiste, a pesar de que la era del aluminio acabó hace años.
«Los lanzadores se acostumbraron a alejar la bola de la zona de strike como un mecanismo de defensa, y esa falta de confianza está todavía en sus mentes, inclusive en las de los más jóvenes». Admite que existen otras causas, como la falta de concentración en el box y la preparación incompleta, antes y durante la competencia, pero, la clave del descontrol radica en la marcada intención de los serpentineros de ponerse a salvo de los bateadores, con envíos por fuera del home.
«Los bateadores de ahora les van cada vez menos a esos envíos en la parte exterior, y ello tiene reflejo, sobre todo, en eventos internacionales», comenta el avezado técnico de los Cocodrilos, con 40 años dedicados al béisbol.
«En Matanzas nos dimos a la tarea de recalcar, desde edades tempranas, en el enfoque de los envíos, en el comando de los pitcheos, y nos ha dado buenos resultados.
«Los entrenadores de las categorías inferiores insisten en que los muchachos aprendan a lanzar por encima del plato, sin alejarse mucho de la zona de duda y, cuando llegan a nuestras Series Nacionales, se les ve mejor equipados. Un reflejo de esa previsión es que nuestro equipo es de los que menos boletos concede en la actual campaña».
–Hay lanzadores que llegan con poco control. ¿Acaso hicieron el calentamiento adecuado?
–Un buen cuerpo de pitcheo debe estar siempre listo para apoyar la rotación, previamente estudiada por los entrenadores y la dirección del conjunto. También le toca garantizar que el abridor haga su debido trabajo previo al desafío.
«Una labor ineficiente en el bullpen puede malograr el trabajo de muchas horas. Puede resultar crucial en el desenlace de algunos juegos, sobre todo, en la postemporada, cuando suelen decidirse en las postrimerías y a los relevistas se les exige tanto».
–¿Qué otras deficiencias técnicas influyen en el control?
–Además de la estabilidad sicológica y la serenidad, un factor determinante es la preparación física. Un hombre puede empezar muy bien su labor, pero, si no está apto físicamente, su trabajo se deteriora poco a poco, y el primer síntoma es el descontrol.
–¿Cómo influyen los veteranos en los Cocodrilos?
–Existe una muy buena relación entre los monticulistas noveles y los consagrados como Yoanni Yera, Noelvis Enteza y Jonder Martínez. Ellos los nutren con sus consejos y ejemplo, pues son los más consagrados.
–¿Hasta dónde participa el director del conjunto en las decisiones referidas al pitcheo?
–Armando Ferrer deposita una gran confianza en su equipo de dirección, no solo en mí; él consulta las decisiones. Hay determinaciones ya anticipadas, como no apurarse para quitar a los abridores, pues, desde luego, son quienes deben echarse el peso del juego encima. Siempre estamos muy cerca el uno del otro, porque en el partido surgen cosas imprevistas y el director dice la última palabra.
–¿Qué va a pasar en lo adelante?
–Lo más importante es no perder el optimismo, y es lo que le trasladamos a los muchachos.
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JosePedro dijo:
1
2 de diciembre de 2020
06:35:07
Men dijo:
2
2 de diciembre de 2020
11:12:10
Juan Sabourin céspedes dijo:
3
2 de diciembre de 2020
13:58:23
enrique15 dijo:
4
4 de diciembre de 2020
07:40:32
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