ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La falta de recursos imprescindibles para su entrenamiento ha obligado a los tiradores a prepararse fuera de Cuba en varias oportunidades. Foto: Morejón, Roberto

Cuba, a solo siete meses del triunfo de la Revolución, compitió en los III Juegos Panamericanos de Chicago-1959.

El gesto de concurrir a la cita –aun cuando el deporte en la Isla comenzaba a emprender radicales transformaciones en aras de convertirlo en un derecho del pueblo– demostró la nobleza y los deseos de confraternizar con todos los países del continente.

Más allá del octavo lugar de la delegación antillana, entre 25 naciones participantes en ese clásico, primó su espíritu amistoso. Sin embargo, en el transcurso de los años, los crecientes intentos para destruir la Revolución, apoyados en el bloqueo, hoy recrudecido por el Gobierno de Estados Unidos, han destilado el odio que anuló los intercambios entre ambos países.

Después de aquellos Juegos Panamericanos, no fue hasta agosto de 1975 cuando una delegación deportiva cubana entró a Los Ángeles, y ganó en los Campeonatos de Norte, Centroamérica y el Caribe de voleibol, femenino y masculino.

Años antes, ya se había vivido una situación hostil durante los Centrocaribes de Puerto Rico-1966, donde la respuesta fue la hazaña del barco Cerro Pelado, frente a las maniobras de las autoridades estadounidenses dominantes en esa isla hermana.

No pretendo recorrer, palmo a palmo, los intercambios abortados en distintas disciplinas con Estados Unidos, los acuerdos anulados, las negativas de visas a delegaciones que, amparadas en el derecho otorgado por el Comité Olímpico Internacional (COI), debían haber disputado diferentes eventos en esa nación. Sería una relación extensa de hechos vulgares, despiadados y mezquinos de un gigante contra su vecino.

La actual administración de EE. UU. incrementa el bloqueo, conocedora de que Cuba se debate en una difícil situación financiera, y en medio de la pandemia. Ese cerco también perjudica a su deporte.

Hoy pudiéramos preguntarnos: ¿Cuánto más hubiera hecho el movimiento deportivo cubano con los cerca de diez millones de dólares que le ha costado el bloqueo, según el análisis del Inder en 2019?

ALGUNAS RESPUESTAS

  • La imposibilidad de acceder a recursos imprescindibles para la preparación de los tiradores, obliga a incrementar sus estancias en el exterior. Fueron nueve entre marzo de 2019 y marzo de 2020, con un gasto superior a los 94 000 dólares.
  • Para los Juegos Olímpicos de Tokio ha sido imposible comprar en Italia una embarcación y palas para los remeros, porque estas últimas poseen componentes estadounidenses y ello impide su envío a Cuba. La única opción sería recibirlas directamente en Japón, con los incrementos de gastos de flete y manipulación, y el poco tiempo de adaptación para los atletas.
  • Acceder a insumos y reactivos, demandados por la Brigada Nacional Antidopaje de la República de Cuba, exige erogar entre el 30 y el 40 % por encima de su precio en el mercado internacional, por la imposibilidad de comprarlos a compañías estadounidenses o a sus filiales en terceros países.
  • La obligatoriedad de adquirir en Europa los anticuerpos monoclonales requeridos para la
    determinación de Eritropoyetina (R&D Systems), implicó pagar un 107,37 % más que su costo en Estados Unidos, donde a Cuba le resulta inaccesible.
  • La imposibilidad de acceder a la tecnología de punta de firmas estadounidenses coloca en desventaja al Laboratorio Antidopaje de La Habana en relación con instituciones homólogas, no obligadas a enfrentar los gastos que genera trasladar esas gestiones a otros continentes.
  • Debido a la persecución sostenida por Estados Unidos sobre bancos que pretendan transferir dinero a Cuba, se priva al Laboratorio Antidopaje de La Habana de pagos por servicios prestados a organizaciones antidopaje internacionales.
  • Ni la nobleza de un proyecto como las investigaciones contra el cáncer escapa a la extraterritorialidad del bloqueo. Por ello, dejó de tener auspicio internacional la carrera anualmente convocada en nuestro país en apoyo a esa labor, que generaba ingresos en el orden de los
    16 489 dólares.
  • Los intercambios académicos y científicos son casi nulos entre Cuba y Estados Unidos, al mismo tiempo que a la Isla le resulta costoso importar, desde aquel país, medios que tributarían a sus centros de enseñanza deportiva e investigativos.

Existen otras muchas más razones que sustentan la batalla de Cuba, recogidas en el informe del Inder sobre los costos del genocida bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, en el deporte.

 

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.