PINAR DEL RÍO.–Tras un inicio deficiente, que incluyó dos barridas al hilo en territorio oriental, el equipo de Pinar del Río comienza a encontrar su paso en la 60 Serie Nacional de Béisbol.
El director Alexander Urquiola confiesa que hubo un momento en el que llegó a tener que «quemar naves» y echar mano al abridor Frank Luis Medina en las postrimerías de un partido frente a Guantánamo, para romper la racha adversa en la que habían caído.
Aunque aún la selección pinareña está fuera de la zona de clasificación, luego de la remontada de las últimas subseries, el mentor debutante de los Vegueros se siente optimista.
Afirmó que, históricamente, los equipos pinareños nunca han arrancado a tope en los torneos largos y que las estadísticas actuales no difieren mucho de las de años anteriores.
«Uno siempre quiere ganar. Son 75 partidos y hay que ir sumando victorias, pero estamos también moviendo las piezas y probando a todos los jugadores.
«A medida que avance, la competencia va a ser más reñida, y para esa etapa tenemos que saber a qué nivel está cada uno de nuestros atletas», dijo.
De momento, consideró que las cosas se van dando como se planificaron, y que más allá de los números, se ha conseguido ese team work, tan necesario en los deportes colectivos.
Además, se siente muy complacido con la labor de sus muchachos a la defensa (terceros, con promedio de 981), una de las áreas con más deficiencias en las últimas series.
«Sobre todo en el cuadro, se cometían muchos errores. Así que nos dimos a la tarea, con nuestros entrenadores, de individualizar el trabajo y enfocarnos en los aspectos negativos».
Consciente de que aún queda un largo tramo por delante, Urquiola aseguró que su equipo ya logró salir del mal momento que atravesó al inicio de la Serie.
«Ahora toca seguir subiendo el nivel, para alcanzar la meta que nos trazamos desde el principio, de clasificar a la postemporada».

















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