«Grequistas» por repetir o superar labor de Río de Janeiro

Camagüey.–Encabezada por el multicampeón olímpico y mundial Mijaín López, entrena desde hace varios días en esta provincia la preselección nacional de lucha grecorromana, único equipo cubano que, hasta ahora, logró la clasificación de todas sus divisiones rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio.

Minutos antes de poner «caliente» el colchón del Palacio de los Deportes Rafael Fortún Chacón, de la ciudad cabecera provincial, Granma dialogó con Raúl Trujillo Díaz, quien lleva seis años al frente del colectivo técnico y es parte inseparable también de los éxitos de ese deporte en la arena internacional.

–Antes de decretarse la pandemia de la COVID-19, la lucha grecorromana ya tenía vencido el camino hacia Tokio. ¿Cómo lo lograron?

–Primero fueron dos las divisiones clasificadas en el Campeonato Mundial de Nur Sultán, Kazajistán, en septiembre de 2019, gracias a la medalla de oro de Ismael Borrero, en los 67 kilogramos, y a la plata de Oscar Pino, en los 130, donde se encuentra nuestro exponente máximo: Mijaín López.

«Luego, en marzo de este año, participamos en el preolímpico panamericano de lucha en Ottawa, Canadá, en el cual clasificamos al resto de las divisiones, a cargo de Luis Alberto Orta, en los 60 kg; Yosvanys Peña, en los 77; Daniel Gregorich, en los 87, y Gabriel Rosillo, en los 97 kg».

–¿Cómo enfrentaron la dispersión de los atletas en sus hogares ante la COVID-19?

–Siempre mantuvimos con ellos una estrecha comunicación. Se les enviaban los planes de entrenamiento adaptados a la situación y a las posibilidades de cada cual, para que estuvieran en condiciones de retomar la preparación, sin mayores problemas, después de cinco meses de inactividad relativa.

–¿Qué tuvieron en cuenta para escoger a esta provincia como base de entrenamiento?

–Inicialmente, su rica tradición en la lucha, con atletas excelentes y campeones olímpicos de la talla de Filiberto Azcuy y Yandro Quintana. Este territorio reúne, además, condiciones idóneas: un buen colchón, alojamiento de calidad, y se cuenta con el pleno respaldo de las autoridades.

–¿Qué atletas fueron convocados para este nuevo ciclo de preparación?

–Aquí están los 15 hombres que integran hoy la preselección, entre primeros y segundos en sus divisiones. Con ellos, y con otros más, se seguirá trabajando, pues resta aún casi un año para los Juegos Olímpicos y todo dependerá del nivel que exhiban en los torneos internos, topes de control y en los demás indicadores que se les miden. Como en la lucha clasifica la división, no el atleta, quien llegue mejor a esa fecha sería el seleccionado.

–Sin embargo, siempre hay luchadores en los cuales se centran las mayores expectativas…

–Por supuesto. Tenemos divisiones muy fuertes, como la de los 67 kg, con Ismael Borrero, doble campeón del orbe y oro en Río de Janeiro-2016, y la de 130 kg, con Mijaín López, presto a buscar su cuarto título olímpico, junto a Oscar Pino, quien en el ciclo obtuvo tres medallas mundiales.

«Contamos en los 87 kg con Daniel Gregorich, un atleta muy joven, subcampeón mundial en la categoría Sub-23, de quien se esperan buenos resultados, mientras en los 97 están Gabriel Rosillo, Yasmani Lugo y Rei­nier Monteagudo, todos con vasta experiencia y éxitos en torneos internacionales».

–¿Repetiría la «greco», entonces, la hazaña de Río-2016?

–Estoy seguro de que la podremos repetir o superar. En Río logramos dos medallas de oro y una de plata, resultado que nos ubicó en el primer lugar por países, para desbancar a Rusia de una posición que no perdía, compitiendo como la antigua Unión Soviética, desde 1956.

«Ahora tenemos aspiraciones de cuatro medallas. En el equipo existe una gran motivación y eso, además de la preparación, incrementa las posibilidades de poder aportarle a Cuba nuevos triunfos en los venideros Juegos Olímpicos de Tokio».