La saga en torno a la reanudación de la Liga de Campeones de Europa tuvo otro capítulo polémico cuando se dio a conocer, hace unos días, el sorteo de los cuartos de final, en el cual se conformaron dos llaves desbalanceadas.
En uno de los organigramas aparecen los cuatro equipos que ya han asegurado su boleto para cuartos de final y que son, en el papel, los elencos de menores posibilidades para conquistar el trofeo europeo. Del otro lado quedaron agrupados los conjuntos «gigantes», que entre todos suman 26 trofeos de este evento en sus vitrinas.
Tal pareciera que el sorteo tuvo una mano acomodadora, y en esta ocasión los clubes más poderosos no hallarán partidos fáciles, al eliminarse entre ellos en un lapso menor a diez días, mientras en el otro apartado los principiantes sueñan con levantar por primera vez la copa.
A causa de los estragos ocasionados por la COVID-19, el Comité Ejecutivo de la UEFA decidió finalizar la Champions en un solo país, a partir de cuartos de final. Los juegos de vuelta pendientes de octavos de final se terminarán en casa de los equipos que tenían programados esos encuentros el 7 y el 8 de agosto.
Barcelona recibirá al Napoli, Manchester City esperará por el Real Madrid, Juventus acogerá en sus predios al Olimpique de Lyon, y Bayern Munich será anfitrión del Chelsea. De ahí en adelante se vivirá una espectacular final de ocho equipos, en la ciudad portuguesa de Lisboa, a partido único.
Las escuadras de menor palmarés se cruzarán entre ellos. Paris Saint Germain contra el sorpresivo Atalanta, y Atlético de Madrid frente al rb Leipzig. A pesar de que el Atlético es un grande dentro de España y el conjunto de la capital francesa posee una poderosa nómina que le ha permitido dominar a placer en su liga, ninguno de los dos se ha coronado en este torneo.
Los ganadores de los emparejamientos Bayern Munich vs. Chelsea, y Barcelona vs. Napoli, disputarán uno de los choques de cuartos de final. El otro cotejo será entre los vencedores del Manchester City vs. Real Madrid y Juventus vs. Olimpique de Lyon. Si Barcelona y Real Madrid salen airosos podrán verse cara a cara en una de las semifinales.
El Estadio da Luz, y el José Alvalade acogerán estos choques los días 12, 13, 14 y 15 de agosto, mientras las semifinales serán el 18 y el 19 de agosto. La gran final se jugará en el da Luz, el domingo 23. Como la suerte de un equipo se decide en un solo encuentro, si los partidos terminan empatados tras 90 minutos, se desarrollará la prórroga y, de persistir la igualdad, se acudirá a la tanda de penaltis.
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