Parecía poco probable que la Liga italiana de fútbol lograra reanudar su temporada a causa de los estragos ocasionados por la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, este popular deporte consiguió retomar las actividades, luego de que la nación europea entrara, desde hace varias semanas, en el proceso de desescalada sanitaria.
A diferencia de los torneos en España, Alemania e Inglaterra, en Italia es donde más encuentros restan para finalizar la campaña. Si a ello sumamos que hace más de tres meses (8 de marzo) se detuvieron las acciones, esta vuelta del fútbol en Italia es un torneo nuevo, a pesar de que los equipos no parten en igualdad de condiciones, ya que existe una lógica diferencia de puntos acumulados.
Lo que se debe mirar es que a cada escuadra le faltan 12 compromisos, y el calendario se desarrollará en 42 días, lo cual obliga a jugar con solo dos o tres días de descanso. Los colectivos que tengan un mayor número de futbolistas disponibles pueden ser los que mejor renta saquen de este apretado organigrama.
La lucha en la Liga italiana estará centrada en tres subgrupos. La Juventus de Turín (66 puntos) y la Lazio (62), los cuales ocupan, en ese orden, los dos primeros puestos en la tabla de posiciones, pelearán por la corona. Cuatro conjuntos aparecen con sólidas posibilidades para finalizar en los lugares tres y cuatro, que dan acceso directo a la venidera Liga de Campeones de Europa. Inter de Milán (57), Atalanta (51), Roma (45) y Nápoli (39) son los candidatos para alcanzar esas codiciadas plazas, aunque no se debe descuidar al sorprendente Hellas Verona (38).
Evitar el temido descenso a la segunda división, también acaparará la mirada de los amantes al fútbol de la península itálica. Tres elencos perderán su condición como equipos de primera y ya hay dos clubes –Spal (18) y Brescia (17)– que tienen media maleta lista para marcharse de la competición.
El reinicio del fútbol en Italia ha demorado tanto tiempo que los papeles pueden trastocarse. Clubes que marchaban con un buen paso no tendrían igual rendimiento en esta etapa definitoria, mientras lo contrario se esperaría para aquellos elencos que no estaban en su mejor momento y que ven esta oportunidad para mostrar la fuerza de la que carecieron hasta ahora.
Aplicar la lógica y pensar que los conjuntos de mayor poder se impondrán en el grueso de sus duelos, no está garantizado. Jugar sin público elimina la presión sobre los planteles más débiles y confiere cierto equilibrio de fuerzas. Hay que esperar al menos tres jornadas para observar si las aguas siguen su curso, o si se produce una metamorfosis en el fútbol más ríspido de Europa.
COMENTAR
jimmy dijo:
1
23 de junio de 2020
02:46:36
Sami dijo:
2
23 de junio de 2020
08:54:37
Responder comentario