Cuando más de 180 naciones en el planeta buscan la manera de aplacar la pandemia que ha segado miles de vidas, hay quienes se preocupan por hacerles «una prueba de grasa» a los jugadores de su ahora inactivo equipo de fútbol.
Molesto, porque le impidieron violar la orientación de permanecer en casa, Jonathan Praena, presidente del elenco español CF Fuentelabrada (segunda división), perteneciente a la ciudad del mismo nombre, en la comunidad de Madrid, quedó fuera de lugar pero, en su disparatado delirio, replicó así: «Tiene más riesgo ir al supermercado a comprar el pan que ir al estadio».
¿El cuidado del hombre o el cuidado de mis arcas? ¿cuál opción es primordial para Praena? Contar el dinero que han dejado de percibir ante eventos suspendidos, es tema de esencial actualidad para directivos del deporte en distintas latitudes.
¿Qué les preocupa más? La respuesta es obvia ante mezquindades que contrastan con el desinterés y la entrega de muchos profesionales de la salud que, a riesgo de sus vidas y alejados de sus hogares, las exponen por salvar a la humanidad.
MÁS CERCA DE NOSOTROS
De este lado del Atlántico, los dolientes abrieron fuego contra una trastada. Las organizaciones de los Dodgers de Los Ángeles y los Angelinos, de la propia urbe, conocidos elencos de las Grandes Ligas del Béisbol (MLB) en Estados Unidos, se niegan a reembolsarles su dinero a personas que, por medio de la firma StubHub, adquirieron entradas para los partidos no efectuados en el inicio de la temporada 2020.
StubHub, como apunta el sitio digital 12Up, debe saber que, ante una suspensión como la actual, la Ley en California establece la obligación de devolverle el dinero a cualquier fanático que lo exija. La citada entidad, dedicada a la venta y reventa de boletos para eventos de entretenimiento (conciertos, funciones de teatros y otros), fue fundada en 2000 en San Francisco. Tanto StubHub como la MLB, pueden simular ser «chivos con tontera», cuando se les nota el pelaje de lobos en el negocio.
Cualquier aficionado al béisbol que ayer invirtió en una entrada para el inicio de la temporada (debió comenzar el 26 de marzo), ahora pudiera estar entre los millones de personas que han perdido sus trabajos por causa de la COVID-19. De recobrar ese dinero, sería un alivio, aunque breve, a su penuria.
No se ha emitido un comunicado oficial y, hasta el momento, no existe una fecha para retornar a la acción en las diferentes ligas de Estados Unidos. Rob Manfred, comisionado de la MLB, le dijo a la cadena FOX que «discuten constantemente las posibles opciones para una temporada 2020»; sin embargo, ni esa organización, como tampoco la NHL (hockey sobre hielo), NFL (fútbol americano), NBA (baloncesto) y MLS (fútbol), cuentan con la certeza de cuándo volverán al juego, pues se habla de, quizá, alejar esos certámenes para julio-agosto. Aun así, Donald Trump declaró esta semana estar harto de ver por televisión partidos de la MLB de hace 14 años, una manera de presionar para activar la temporada, por lo que significa en el plano económico, a pesar de los más de 23 000 fallecidos en su país que demuestran la magnitud del riesgo real de la pandemia.
Un tanto al sur del continente, cortado por la tijera de la ineptitud y la indolencia, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien vimos en plena calle la semana pasada degustando un dulce, consideró una muestra de «histeria» la decisión de la Confederación Brasileña de Fútbol, de detener las acciones el pasado 16 de marzo.
«Cuando se prohíben partidos de fútbol, entre otras cosas, se cae en la histeria, y yo no quiero eso», afirmó el mandatario.
¿Prefiere los estadios repletos de público para desviar la atención sobre su mal manejo de la crisis? Cualquier descabellada idea no resulta extraña en este personaje.
COMENTAR
Ernesto Díaz dijo:
1
16 de abril de 2020
02:17:32
Responder comentario