Varios deportistas cubanos provenientes del exterior se encuentran en centros de aislamiento, debido a la pandemia de la COVID-19. Otros, permanecen bajo vigilancia epidemiológica domiciliaria.
El judo cubano está en pausa competitiva desde febrero, manera efectiva de aplicarle una «llave» para inmovilizar a ese rival. El último torneo al que asistieron sus jóvenes fue el Grand Slam de Dusseldorf, Alemania, donde obtuvieron tres medallas de bronce.
Granma conversó con Kaliema Antomarchi, judoca de los 78 kilogramos, quien expresó que «lo más importante ahora es estar tranquila en casa por la seguridad de todos. Aprovecho para trabajar algunos ejercicios físicos como planchas, abdominales y técnicas en sombra, entre otros. No es bueno parar completamente y, aunque nunca será igual que el gimnasio, es esencial mantenerse haciendo algo».
Sobre la postergación de los Juegos Olímpicos piensa que «lo más importante es la salud de todos. Ahora es momento de ser más inteligentes para enfrentar una nueva preparación que, por supuesto, llevará muchos cambios».
El judo es de las disciplinas que no ofrecía cupos directos para Tokio-2020, sino por medio de la acumulación de puntos en los diversos certámenes del circuito competitivo de la Federación Internacional.
Antes de esta pausa obligatoria, Antomarchi marchaba octava en los escalafones mundial y olímpico.
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