Morón, Ciego de Ávila.–Todo el mundo, o casi todo el mundo, para no ser absoluto, lo ha dicho: Pinar del Río es el campeón del Torneo Apertura de la edición 105 de la Liga Cubana de Fútbol, al imponerse a Ciego de Ávila este sábado como visitante, en la cancha Sergio Alonso Grandal, de Morón, en la tanda de penales (4-3), luego de que el partido terminase igualado a dos dianas al finalizar los 90 minutos.
Eso se sabe, como también que los del oeste terminaron con 16 puntos en el grupo a occidental, dados cinco victorias, un empate y una derrota; mientras que los Tiburones, entrenados por el avezado italiano Lorenzo Mambrini, habían pasado a la final invictos, tras guillotinar a todos los rivales en el grupo b, válido para una actuación perfecta, con siete triunfos al hilo (21 unidades), por lo que además de haber ganado el derecho a ser la sede del juego final, también gozaban de cierto favoritismo sobre el papel, pero el terreno siempre dice la última palabra.
No es complicado abordar el partido desde un punto de vista analítico, pues a partir del 0-2 del primer tiempo (gol de Yasmani Soriano al minuto 17 y ventaja del volante creativo Jean Carlos Rodríguez, en el ‘32), algunos pensaron en la debacle de los avileños. Y pudieron creerlo, porque hasta el primer gol, Pinar del Río había enfocado el choque a su manera, aunque sin encontrar ventajas aparentes como para volver a marcar, porque el segundo se debió más a un desliz del cancerbero avileño Anoide Sardiñas, quien demoró en tapar el primer palo, que al disparo eficiente de Rodríguez.
El duelo se tornó sofocante, de alto voltaje, sin tiempos de parpadeo y con dominio total de los de casa. Con el pulso disparado, los Tiburones nadaban en aguas profundas y apacibles para ellos, al extremo de que en varias ocasiones –más de 15 si se cuentan los tiros entre los tres palos– tuvieron el cielo a sus pies. Solo concretaron en el tiempo reglamentario Asmel Núñez (‘66) y Sánder «Keko» Fernández (con el gol 99 en su carrera, en el minuto 78).
Del otro lado, los Tiburones encontraron a un muro de apellido Pozo, el mejor jugador de Pinar, con atajadas de otra galaxia ante salidas también de otra galaxia, como las creadas por las piernas de Keko, pero el mejor de los Tiburones hizo lo que pudo y más, aun herido en una de sus piernas.
En el segundo tiempo, Ciego de Ávila saltó al terreno de juego con la intención, como viene siendo habitual, de arreciar su agresividad, robar a la máxima altura posible y establecerse en campo rival. Esta vez duró todo el tiempo que se lo propusieron y lograron detener la salida pinareña, incapaz de robar balones y machacar con un despliegue rápido y preciso.
Pinar del Río resistió como jabatos, tanto que llegó la expulsión del central pinareño Carlos Gómez y, poco tiempo después, el paso directo a la tanda de penales, tal y como se había establecido de antemano, pero sin explicación previa a los periodistas ni a los hinchas presentes en la cancha Sergio Alonso Grandal. También resultó cuando menos extraño que no se agregara tiempo extra en un choque donde se facturaron cuatro goles y se expulsó a un jugador.
Desde los 12 pasos todo estuvo parejo, hasta que en la tercera ronda fallaron los tiradores de ambos conjuntos. La cuarta entró a la valla rival de cada equipo y en la quinta Pozo se estiró y detuvo el tiro de Núñez.
Se les escapó así la oportunidad a los avileños de vengar aquella memorable victoria pinareña, hace casi 24 años, cuando ante más de 20 000 personas sometieron a toda una constelación de jugadores: Alexis Sáez, Tobio Mora, Ángel Carvajal, José Raúl López, Jorge Luis Pérez y Eugenio Aragón, y los juveniles Léster Moré y Lázaro Reley, todos ellos ratificados o incorporados después a la preselección nacional.
«Es difícil interiorizar que dominamos el juego para perder en la tanda de penales. Pudimos definir antes, pero así es el fútbol», dijo Mambrini.
–¿Qué opina sobre el penalti fallido de Keko?
–Los mejores futbolistas también fallan penaltis a la hora de decidir un partido: Maradona, Platini, Baggio, Messi, Cristiano Ronaldo…
Ciego de Ávila, con dedicación y paciencia, ha acuñado un equipazo, que volverá al terreno de la mano del italiano entre el 25 de enero y el 30 de mayo, cuando deberá comenzar el Torneo de Clausura, que reunirá a Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Artemisa, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, junto a la escuadra nacional Sub-20. Veremos qué equipo abre las puertas del paraíso.
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Ramon dijo:
1
24 de diciembre de 2019
02:29:58
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