ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ismael Batista

Camagüey.–Especialistas consultados lo consideran hoy el púgil más completo de la escuadra cubana de boxeo. Los aficionados admiran su fogosidad y exquisitez técnica frente a cualquier oponente. Él, por su parte, prefiere no autocalificarse: «El ring es, siempre, el que dice la última palabra», asegura.

Lo cierto es que desde 2016 el ligero-welter Andy Cruz Gómez se ha consolidado como un púgil estelar, y con un palmarés en los dos últimos años que habla por sí solo de la maestría deportiva de un atleta surgido, más por embullo que por vocación, en el poblado matancero de Alacranes.

«De pequeño me gustaba lo mismo ver por la televisión a estelares, como Mario Kindelán y otros que se destacaban en ese momento, que a los amigos cruzar guantes en el barrio. Fue mi vecino, Gustavo Delgado García, quien me descubrió como boxeador y, de paso, se convirtió en mi primer entrenador».

¿A partir de esa época le cogiste el gusto a este deporte?

–Sí. En los juegos pioneriles provinciales gané mi primera medalla de plata y en 2005 me captaron para la Academia de Boxeo en Matanzas. Así fui mejorando hasta hacer el equipo que participó en el Campeonato Mundial Juvenil de Boxeo, efectuado en 2012, en Erevan, capital de Armenia, donde caí en la discusión del bronce.

¿Cuál consideras que fue tu primer triunfo en grande?

–Ya en la preselección nacional, considero mi primera gran victoria la medalla de oro que obtuve en 2015 en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, en la división de 56 kilogramos, título que retuve en agosto de este año en Lima, Perú, pero en los 64 kilogramos.

Desde entonces tu carrera deportiva es casi perfecta…

–Ha sido fruto del esfuerzo máximo en los entrenamientos, dando lo mejor de mí con vistas a los torneos importantes. Ello permitió coronarme campeón mundial en Hamburgo, Alemania, en 2017, condición ratificada en septiembre pasado en la ciudad rusa de Ekaterimburgo, donde obtuve la única medalla de oro de Cuba.

En ese camino de éxitos resaltan este año tus tres victorias al hilo sobre el estadounidense Keyshawn Davis. ¿Es, hoy por hoy, tu principal rival?

–Se ha convertido en uno de mis primeros rivales en el área y en el mundo. Es un joven muy rápido y con un arsenal técnico bastante amplio, por lo que, para vencerlo, he tenido que batallar fuerte, sacar el extra y no dejar nunca que imponga su tren de pelea, ya que no es un boxeador fácil ni mucho menos.

¿Quiénes son tus principales oponentes en Cuba?

–Siempre digo que todos son buenos. En Cuba cualquiera te puede sacar un susto, como me sucedió en mi primera presentación aquí en el «Playa Girón». El avileño Rogerlandy Delís, un atleta juvenil que viene en ascenso, me sorprendió con varios golpes en el primer asalto y tuve que apretar fuerte para obtener la victoria.

¿Cómo valoras estar entre los diez mejores deportistas de Cuba en 2019.?

–Lo importante es mantener el paso como hasta ahora, consolidar las fortalezas y mejorar los flancos débiles, porque este es un deporte en el cual por un mínimo detalle se te puede escapar una pelea. Hay que ganar siempre de manera convincente, sin dejar margen a ningún tipo de dudas.

¿Tomarás al fin Tokio por asalto?

–Ese es el gran sueño de todo atleta. Pero, para lograrlo, está claro que no será fruto de la suerte ni la bondad de nadie, sino de mucha entrega, disciplina, sacrificio y largas horas en los gimnasios. Los éxitos, como se sabe bien, no caen del cielo.  

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moraima dijo:

1

18 de diciembre de 2019

10:07:16


Éxito campeón,la entrega , sacrificio y dedicación te reconfortarán con el triunfo.Adelante matancero de buena cepa.