¿Bastará el brillo de una medalla para reconocerlos? ¿Cómo no quedar en deuda con ellos al apreciar tanto valor? Son historias, la gran mayoría, difíciles de concebir por quienes de toda la vida hemos aplaudido, honrado y recordado a deportistas sin discapacidad que irrumpen en el olimpo reclamando la gloria.
Cuatro años de espera es mucho tiempo para ver en acción a personas que nada le mendigan a la vida, sino que salen a conquistarla sin temor, y se prueban entre otros muchos, como los cubanos que disputaron medallas entre los más de 2 000 atletas de 21 naciones participantes en los concluidos VI Juegos Parapanamericanos.
Diez días de competencia quizá no han sido suficientes para ellos, que llenaron de esperanza a miles o millones más al verlos discutir preseas en las mismas instalaciones donde días atrás las luminarias del deporte continental lidiaron en la cita regional.
Los Parapanamericanos fueron la fiesta de la inclusión, un escenario de la solidaridad. Allí, más allá de sus galardones, hubo compatriotas que dejaron un recuerdo imborrable.
Para la corredora Omara Durand y sus tres preseas doradas, el jabalinista Gerdan Fonseca, competidor en las seis ediciones del evento; la tenista de mesa Yanelis Silva, otra experimentada; el saltador de longitud Luis Felipe Gutiérrez, el velocista Leinier Savón y el nadador Lorenzo Pérez, entre otros, sus premios no solo radican en sus medallas, sino en esa frase de agradecimiento y honor que le dedicaron a su pueblo.
Las 13 medallas de oro, diez de plata y 16 de bronce ganadas por los cubanos son la expresión de una hidalguía que no conoce de temores ni de inhibiciones.
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Rene dijo:
1
3 de septiembre de 2019
14:01:01
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