En unos juegos múltiples, donde acontecen episodios asombrosos, espectaculares, que en muchas oportunidades resultan inolvidables para sus protagonistas, siempre existen sucesos que reservan un lugar especial en la memoria de todos.
En esta ocasión Granma repasa varios de los hechos más emocionantes y significativos para los atletas cubanos en los recientemente finalizados Juegos Panamericanos de Lima.
Para algunos deportistas existen oportunidades que se presentan sorpresivamente en la vida. Este es el caso del joven saltador de altura Luis Enrique Zayas, quien llegó a la capital peruana siendo un desconocido para la mayoría, por el hecho de contar con una marca personal de 2,27 metros.
Sin embargo, el santiaguero, en la competencia que marcará su destino, voló por encima de la varilla colocada a 2,30 metros, cuando más tenso se tornó el evento.
Quizá muchos no conozcan que Zayas no estaba en los planes para asistir a esta justa y, luego de recibir la noticia de su inclusión, debió viajar sin su entrenador, lo que puede resultar sicológicamente negativo para cualquier atleta inexperto; no obstante, Luis Enrique lo enfrentó con la madurez de un consagrado y salió a dar batalla hasta el final.
Por la manera en que logró titularse y bajo las circunstancias en que alcanzó su medalla de oro, merece el más encumbrado de los reconocimientos.
En el movimiento deportivo cubano hay una mujer pequeña de estatura, pero gigante de corazón, quien parece estar diseñada para competencias difíciles, una pertiguista que no se cansa de regalarle a sus seguidores motivos de regocijo. Varias veces medallista en eventos de primer nivel, actualmente recordista panamericana (4,85 m logrados en Toronto 2015), campeona mundial en Beijing 2015 y subtitular olímpica de Londres 2012, suma, con esta actuación, su tercera corona en lides del continente americano. Su nombre: Yarisley Silva.
Esta ocasión no fue la excepción. La prueba se presentó en extremo reñida, la pinareña (4,75) se vio obligada a emplearse a fondo y apelar a una estrategia arriesgada para vencer a Kathryn Nageotte (4,70), de Estados Unidos, de manera espectacular, y así alcanzar un título que disfrutó toda Cuba.
La joven Adriana Rodríguez cargó sobre sus hombros el peso de desarrollar una competencia en extremo compleja, como lo es el heptalón, con la responsabilidad de luchar por una medalla luego que su compañera, la favorita Yorgelis Rodríguez, no pudiera completar su desempeño.
La cubana logró un total de 6 113 puntos, marca personal para ella. Tan eficiente fue su competencia, que logró lo mejor de su vida en cien metros con vallas, 200 metros lisos y el salto de longitud, donde estuvo limitada a un último brinco para poder lograr una marca, tras haber cometido foul en sus primeros intentos; pese a esto alcanzó registrar el salto positivo.
Estas fueron algunas de las actuaciones relevantes que tuvieron nuestros deportistas, aunque no las únicas, en otro momento volveremos a abordar este tema.
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elCerro dijo:
1
16 de agosto de 2019
16:50:13
Claudia Téllez dijo:
2
17 de agosto de 2019
16:03:38
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