Clásicos son aquellos partidos en cualquier modalidad deportiva donde los dos protagonistas desatan una rica y enconada rivalidad que, en algunos casos, ya trascienden más de cien años de historia.
En el fútbol, a nivel de selecciones nacionales, hay varios conjuntos que «se piden la cabeza». Alemania ante Italia, Brasil versus Argentina, e Inglaterra contra Francia son tres ejemplos que arrastran la mirada de millones de personas, sustentados en memorables desafíos del pasado y en el excelso palmarés deportivo, por lo que el orgullo de cada país también se juega en una cancha de fútbol.
En la Concacaf, región de Norte, Centroamérica y el Caribe, conviven dos equipos que si bien no tienen una historia deslumbrante a nivel mundial, poco a poco han elevado su calidad y siempre pelean por pernoctar en la cumbre más elevada de esa zona geográfica. México y Estados Unidos acaparan los principales titulares cuando se habla del más universal en la Concacaf.
El primero vive el fútbol como una religión, sus aficionados suspiran puro nacionalismo al seguir al plantel tricolor y sueñan con estar entre los ocho mejores del mundo cada cuatro años, a pesar de no conseguir ese resultado desde hace 33. El otro ha emergido en los últimos 25 años gracias a la creación de una liga (MLS) que se consolida y atrae a jugadores europeos de primer nivel.
En su último duelo por la disputa del título en la Copa Oro, México mostró a Estados Unidos ser el número uno, el «coloso» de la Concacaf, al superarlo por 1-0. En la mismísima ciudad de Chicago, la fanaticada mexicana presente en el estadio Soldier Field clamó a toda voz: « ¡Y yo sigo siendo el Rey!».

















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Marcos dijo:
1
9 de julio de 2019
08:32:35
Ramon dijo:
2
9 de julio de 2019
13:33:50
Ray Donovan dijo:
3
10 de julio de 2019
09:56:34
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