El campeón frente al retador. Experiencia ante la juventud. El favorito contra el aspirante. Así y de múltiples formas se puede catalogar la definición del 104 Campeonato Nacional de Fútbol entre las selecciones de Santiago de Cuba (líder) y La Habana (sublíder).
Este sábado ambos equipos saldrán desde las 4:00 p.m. para jugar el partido de ida en el estadio nacional Pedro Marrero, en la capital cubana, mientras el duelo de vuelta quedó pactado para el 18 de mayo, a la misma hora, en la cancha Rekortán de la ciudad heroica.
Los dos protagonistas llegan a la etapa conclusiva haciendo méritos propios para adueñarse del cetro en el fútbol nacional. Los «Diablos Rojos» orientales sacaron la estirpe de campeones reinantes y despegaron desde el fondo de la tabla de posiciones, lugar en el que se encontraban a causa de su incursión en el torneo internacional Caribbean Cup Shield. Los muchachos de la tierra caliente facturaron sus 14 puntos (cuatro victorias y dos empates) en los últimos seis compromisos, momento en el que no podían patinar si pretendían llevarse su tercera medalla de oro de forma consecutiva.
La Habana, para alegría de su exigente afición, borró la mala imagen de los últimos años y se metió en la final gracias a un grupo de jóvenes y talentosos jugadores. Pero el logro mayor de su entrenador Jesús Tosca ha sido «gestionar» al elenco capitalino ante la contratación en el fútbol dominicano de algunos de sus principales referentes, como Andy Baquero, Daniel Luis Záez y Roberto Peraza.
Los habilidosos futbolistas Orlendis Benítez, Dariem Guerra y el refuerzo holguinero José Ramón Casa del Valle (diez goles entre ambos equipos) cargaron con las mayores responsabilidades ofensivas y llevaron la nave azul a puerto seguro.
Sin embargo, Santiago es un equipo más hecho, acostumbrado a jugar bajo presión. Sus títulos de 2017 y 2018 fueron obtenidos por la base de los hombres que hoy conforman la plantilla indómita. Los internacionales Nelson Jhonston (portero), Erik Rizo (defensa), Leonis Martínez (lateral derecho), Rolando Abreu (mediocampista) y Eddy Olivares (delantero) son la columna vertebral en el esquema del técnico Leonardo Herrera.
¿Favorito? Los dos conjuntos tienen armas suficientes para desequilibrar en los dos encuentros. La Habana posee una defensa más compacta, pero Santiago dispone de suficiente pólvora en el ataque para hacer explotar cualquier muro defensivo que impongan los capitalinos. El punto de desequilibrio lo pone el artillero de los «Diablos Rojos», Jorge Villalón, autor de 14 dianas en el campeonato (líder). Este atacante se ha convertido en un auténtico depredador de las porterías rivales y está tocando con méritos suficientes su inclusión en la selección nacional que disputará la venidera Copa Oro, entre el 15 de junio y el 7 de julio, en Estados Unidos, Costa Rica y Jamaica.
El único match que los dos onces escenificaron en la temporada finalizó en La Habana con igualdad 1-1 (Casa del Valle 51´ y Abreu 58´). Queda esperar por el desarrollo de una final intensa y vertiginosa, donde el fútbol cubano salga como auténtico triunfador.
COMENTAR
Mario Galano Chades dijo:
1
11 de mayo de 2019
21:29:19
Amado Respondió:
14 de mayo de 2019
09:50:38
raymond dijo:
2
12 de mayo de 2019
15:31:03
Amado Respondió:
14 de mayo de 2019
09:48:42
Responder comentario