Los que lo conocen desde niño veían cómo practicaba baloncesto, béisbol y atletismo en su tiempo libre, incluso, su padre anhelaba que siguiera sus pasos y se convirtiera en un gran voleibolista. Lo cierto es que ninguno de los tres deportes antes mencionados terminó siendo la verdadera pasión de Rafael Alba.
Muchos dicen que es demasiado delgado, otros que es muy alto, pero sus casi 90 kilogramos y sus 2,01 metros de estatura lo han llevado a convertirse en uno de los taekwondocas más completos del país.
Cuenta el atleta que comenzó a los diez años de edad, «todo esto empezó como un embullo en La Habana del Este, pero dejé de practicarlo e incursioné en otras disciplinas. Cuando regresé a mi provincia natal, Santiago de Cuba, retomé los entrenamientos y fui captado para entrar en la EIDE, allí transité por toda la pirámide de alto rendimiento hasta integrar el equipo nacional en el año 2011», confesó.
Con solo 19 años, Alba ganó el título mundial en el torneo que acogió la ciudad mexicana de Puebla en 2013.
«Recuerdo con beneplácito ese evento, me preparé muy bien, aunque era muy joven y no pensaba que podía conseguir la corona. Poco a poco fue avanzando la competencia y comencé a creer más en mí, hasta que logré triunfar».
A pesar de reconocer que su deporte no atraviesa por el mejor momento, destacó las potencialidades del actual equipo cubano. «Estamos atravesando por un período de tránsito en esta disciplina, que hoy enfrenta limitantes. Por ejemplo, desde hace tiempo se compite en un octágono y aquí entrenamos y competimos en un cuadrilátero, sin los equipamientos electrónicos empleados en eventos oficiales», dijo.
«A pesar de todo esto, nos preparamos muy duro todos los días para que el taekwondo cubano alcance nuevamente las glorias deseadas. Tenemos varias figuras de calidad y creo que en el presente ciclo podemos concretar buenos resultados», agregó Alba.
Este año, el principal objetivo del movimiento deportivo cubano serán los Juegos Panamericanos y el taekwondo está llamado a ser uno de los que aporte varios metales dorados. «Sé que todos esperan que gane en Lima, esa es mi meta y puedo conseguirla; antes participaré en el evento clasificatorio y en el Mundial de Manchester, en el mes de mayo, que será un torneo muy difícil, pero tributa para la clasificación olímpica.
«Quisiera obtener una medalla en el Mundial, pero mi objetivo fundamental son los Juegos Olímpicos de 2020, todos los días pienso en ese evento y le estoy poniendo todo mi empeño para ser campeón en Tokio, ese es el único título que me falta de los otorgados por la Federación Internacional de Taekwondo», declaró.
Alba es un joven de estos tiempos, a sus 25 años le encantan todas las actividades que alguien de su edad suele realizar. «Muchas veces las personas creen que a los deportistas solo nos gusta lo que practicamos, eso es bien diferente, yo soy amante también de otros deportes, además, en mi tiempo libre me encanta salir a fiestas, bailar, ir a la playa, compartir con mis compañeros, entre otras cosas que también suelo hacer.
«Como atleta no residente en la capital ha sido muy importante el apoyo de mis familiares, estar lejos de ellos no es nada fácil y todos mis resultados deportivos se los debo. Además, cuando en mi casa hay algún desajuste, lo percibo en mi rendimiento», reflexionó.


                        
                        
                        
                    














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Ramon dijo:
1
26 de febrero de 2019
03:47:00
Hector Ruiz dijo:
2
27 de febrero de 2019
16:54:32
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