ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Damián Arce (izquierda) tiene la gran oportunidad de establecerse como la primera figura en los 49 kg en este 2019. Foto: Ricardo López Hevia

Desde hace décadas estamos acostumbrados a que el boxeo cubano cobre significativo protagonismo en eventos multideportivos, ya sean Juegos Olímpicos, Centroamericanos y del Caribe o Panamericanos.
Treinta y siete medallas de oro olímpicas y 76 cetros mundiales ponen al deporte de los puños en un merecido pedestal de honor dentro del movimiento deportivo cubano. De ahí que cuando se conforme una delegación multideportiva se mire con especial atención lo que puedan conseguir los hombres de esta disciplina.
El próximo gran reto para la tropa que encabeza el jefe de entrenadores Rolando Acebal estará en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, previstos entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
Sobre qué podemos esperar del boxeo nacional cuando se presente en la capital peruana, Alberto Puig de la Barca, presidente de la Federación Cubana de la disciplina, comentó a Granma que el 2019 trae grandes expectativas, pues se trata del año que antecede a los Juegos Olímpicos y tiene, además, varios eventos internacionales de primer nivel.
«Tenemos que cumplimentar a la perfección la ruta crítica de preparación de la selección nacional, eso si se procuran alcanzar resultados satisfactorios en los Juegos Panamericanos de Lima», aclaró el directivo.
Puig de la Barca reconoció que la celebración del recién finalizado 57 Campeonato Nacional de Boxeo Playa Girón constituye un preámbulo que facilitará el trabajo a la hora de seleccionar los hombres que podrían representar a Cuba en tierras peruanas.
«Para llegar en óptima forma a Lima, nuestros pugilistas tendrán que alistarse como hacen siempre, con un gran sentido de pertenencia a las jornadas de entrenamiento. Este año, a diferencia de los anteriores, la ix Serie Mundial de Boxeo (wsb) no iniciará en el mes de enero. Ahora se manejan los meses de febrero y octubre como los más probables para desarrollar este prestigioso certamen», apuntó.
El también Comisionado Nacional resaltó que si la wsb empieza en febrero los muchachos no tendrán la necesidad de hacer una adaptación distinta a la que se vivió este año para participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Sin embargo, subrayó que de iniciarse la ix Serie Mundial en octubre, se producirá cuando los otros dos eventos de importancia en el año para Cuba hayan concluido, díganse los Juegos Panamericanos y el Campeonato Mundial, pactado este último para la ciudad rusa de Sochi entre el 7 y el 21 de septiembre.
Antes de llegar a Lima el boxeo cubano tiene la encomienda de conseguir los diez cupos rumbo a la fiesta de América en el torneo prepanamericano. Aunque aún no se ha seleccionado una sede oficial, sí se conoce que el torneo de boxeo clasificatorio hacia los Juegos Panamericanos se desarrollará en el mes de mayo.
«Probablemente será una lid exigente a la que deben acudir los mejores hombres del continente dentro del boxeo de la aiba. En ese prepanamericano se otorgará la plaza a Lima al hombre que la consiga y no a la división, motivo por el cual estamos obligados a llevar al mejor peleador que tengamos en ese momento en cada una de las diez divisiones», acotó.
«El objetivo será clasificar al equipo completo hacia los Juegos Panamericanos y en segundo lugar acumular el mayor número de medallas de oro posible, realidad que debe estar sobre las siete u ocho preseas doradas».
En relación con las rivalidades en varias divisiones, Puig de la Barca hizo un repaso general sobre esa realidad, pero fue objetivo en este importante punto.
«Hay categorías para Cuba que tienen mayor complejidad para aspirar a una medalla de oro, por el importante desarrollo que han tenido varios países del continente. En 49, 52, 56, 75 y 81 kilogramos se observan figuras con resultados en la arena internacional, esa es una situación real que no podemos ignorar, por tanto, para superar esos retos tenemos que hacer la mejor preparación posible», recordó.
«Creo que la calidad de los boxeadores que acudirán al Panamericano de Lima será superior en comparación a Toronto 2015. No queremos crear falsas expectativas dentro de la afición. Existe el propósito de llevarnos las diez medallas de oro en el boxeo masculino de los juegos, pero el pronóstico objetivo que está planteado por el colectivo de entrenadores es más conservador, atendiendo a la calidad de los contrarios».
Si miramos los resultados internacionales de los últimos años, se aprecia que Colombia, Venezuela y Estados Unidos son los países que más resistencia le pueden ofrecer a Cuba, nación esta última que sale como amplia favorita para acaparar la mayor cantidad de medallas totales. Existen boxeadores de otras naciones con opciones de llegar a la gran final, pero se trata de una o dos figuras aisladas por países.
«Sabemos y los muchachos están conscientes de la importancia que tiene el boxeo cubano para impulsar a la delegación de la Mayor de las Antillas hacia el segundo lugar en la tabla general por países. Un buen resultado, con más de ocho medallas de oro, pondría al boxeo cubano en excelente posición como uno de los deportes que mayor cantidad de títulos de oro entregaría a la comitiva cubana. Si se consiguieran los diez metales sería una actuación perfecta. A casi nadie le pasa por la mente que el boxeo cubano quede con cinco metales dorados».
En Toronto 2015 Cuba ocupó un sorpresivo cuarto lugar por países con 36 medallas de oro, 27 de plata y 34 de bronce. El boxeo aportó en suelo canadiense un resultado de seis metales dorados y cuatro plateados. Por como marchan las cosas y la estabilidad en sus resultados, de los diez cubanos que intervinieron en Toronto, un total de siete de ellos tienen amplias posibilidades de repetir su incursión panamericana:
Yosbany Veitía (52 kg), Lázaro Álvarez (60), Andy Cruz (64), Roniel Iglesias (69), Arlen López (75), Julio César La Cruz (81) y Erislandy Savón (91).

JULIO CÉSAR NO SE GUARDA NADA
Dentro de las filas cubanas uno de los hombres de mayor experiencia y logros es el camagüeyano Julio César La Cruz, capitán del equipo nacional de boxeo.
El agramontino recordó a este diario que el 2018 fue un año intenso, con múltiples competencias nacionales e internacionales, y el 2019 tendrá características similares.
«Conocemos el compromiso que existe con nuestro pueblo. Se ha creado a lo largo del tiempo una expectativa que pone al boxeo cubano a la cabeza de los deportes que tienen un peso fundamental en catapultar a la delegación cubana hacia planos estelares y nosotros no podemos quedar por debajo de esas expectativas. Por eso vamos por la conquista de las diez coronas de oro en Lima 2019», apostó Julio César La Cruz.
«Hay potencias en el boxeo panamericano, pero somos el “buque insignia del deporte cubano” eso merece respeto. Este grupo de boxeadores lo sabe, por eso los más experimentados se lo hacemos conocer a aquellas figuras que llevan poco tiempo con nosotros, pero que por su calidad en ascenso deben representar a Cuba en Lima 2019», agregó.
Aquellos que acudan a Lima lo harán en gran forma física, es cierto que múltiples cosas pueden pasar, eso no se puede controlar en el deporte. Pero si se materializa una buena base de entrenamiento junto a las competencias necesarias, sumado a la calidad del boxeador cubano, las probabilidades de ganar las medallas de oro en cada categoría serán elevadas.
«Vamos a hacer nuestro trabajo, no tenemos esa presión que se puede pensar. Estamos más que acostumbrados en todo momento a la alta exigencia, eso forma parte de la mística del boxeador cubano: sobresalir en eventos internacionales y tirar del carro cubano. Lima será un buen recuerdo», finalizó el campeón olímpico y mundial de los 81 kg.

Julio César La Cruz (izquierda) confía en que Cuba dominará el boxeo de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Foto: Ricardo López Hevia
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