
Uno de los boxeadores que siempre tuvo un camino difícil en el pasado 57 Campeonato Nacional de Boxeo Playa Girón fue el mayabequense, devenido pinero, Leonel Lores, representante de los 56 kilogramos.
Este joven, gran conversador fuera del cuadrilátero, tuvo que poner todos sus recursos boxísticos para vencer primero al subcampeón mundial juvenil de San Petersburgo 2016, Elio Crespo (3-2) y por similar votación derrotó en su segunda salida al recio peleador pinareño José Izaguirre, antes de caer en semifinales contra el mayabequense Osvel Caballero (5-0).
La imagen que dejó Lores en el campeonato nacional fue la de un boxeador corajudo, fajador incansable que busca a su oponente por todo el encerado. Sin mucha defensa, pero con los puños en posición de ataque, así lo vimos la mayor parte del tiempo.
Luego de asegurar su medalla de bronce, Lores agradeció ese resultado a todos los entrenadores que le han formado en su carrera deportiva y quienes son los verdaderos protagonistas en su crecimiento en esta disciplina.
Sobre la difícil competencia que afrontó en el Playa Girón disputado en Camagüey, el peso gallo relató a Granma que en ningún momento se sintió presionado por el rival que tuvo delante.
«Crespo e Izaguirre son boxeadores muy difíciles, pero yo los venía
estudiando desde hace rato para crear un plan táctico que me facilitara llevarme la victoria y así fue. Lo importante es no confiarse ante ellos, les ataqué todo el tiempo», apuntó.
La única derrota que sufrió Lores llegó ante su gran amigo desde la infancia Osvel Caballero (medallista de oro), y es que ambos púgiles son oriundos del Surgidero de Batabanó y fue Caballero quien influyó para que su amigo se dedicara a la práctica del boxeo cuando ambos eran niños.
«Osvel empezó primero y me empujó luego para el boxeo, por él estoy aquí. Somos grandes amigos, pero en el cuadrilátero cada uno defiende sus metas, sus ambiciones. Yo en la escuela estaba fajado casi siempre y Caballero se dio cuenta de mis posibilidades en este deporte», alertó.
El cambio de Mayabeque a Isla de la Juventud se produjo cuando Lores entró en el Servicio Militar, pues partió a cumplir el llamado del Ejército en tierras pineras, lugar donde fue captado por los entrenadores del territorio de la Isla de la Juventud.
«Yo boxeaba por Mayabeque, pero en el Servicio Militar me ubicaron a trabajar en el Ejército Juvenil del Trabajo, en la Isla de la Juventud. Un buen día un grupo de profesores de boxeo me vieron pelear en el Ejército y me hicieron la captación para entrar en la Academia de Isla de la Juventud, por ahí es que llego al equipo nacional», subrayó.
Llegar a boxeador era un sueño que Leonel Lores siempre tuvo en su vida y hoy se hace realidad. El pinero-mayabequense dijo no ocultar su emoción cuando se sentaba frente a la televisión para observar las peleas de las otrora figuras de este deporte en Cuba.
«Cuando los cubanos peleaban fuera de nuestro país yo trataba de no perderme ninguna pelea. Si eran en lugares lejanos casi siempre los carteles eran de madrugada, pero mi papá y yo nos levantábamos para ver a los cubanos», recordó.
Ahora que una parte de los sueños se hicieron realidad, Lores trabaja para tener su nombre inscrito en eventos internacionales.
«Yo les “voy arriba” a todos mis rivales, por eso estoy casi siempre peleando en la corta distancia. Los entrenadores me indican que cambie esa forma, porque no siempre se puede utilizar esa estrategia ante todos los contrarios. Tengo que trabajar más en las entradas y salidas con rapidez, boxear desde la media y larga distancias», sostuvo.
«Llegar al equipo Cuba no fue fácil, pero mantenerse es mucho más difícil, por eso hay que esforzarse cada día más en los entrenamientos, para que los entrenadores me tengan en consideración. Yo siento ahora que estoy en mi mejor forma desde que ingresé hace dos años a la preselección nacional», finalizó.
COMENTAR
Responder comentario