ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
No solo de las competencias de alto rendimiento disfruta la afición cubana, el deporte para todos tiene una amplia gama de seguidores. Foto: Ricardo López Hevia

Albertico era el centro del grupo, todos tenían que ver con él. Desde que se apuntó en la pelota, los resultados del equipo pasaban por su actuación. Comentaban que llegaría a ser una gran estrella. A Manolito, su compañero de aula, le ocurría lo contrario, no rendía pese al empeño que ponía en hacerlo. En consecuencia, el primero fue captado por los profesores y entró al sistema de alto rendimiento; el otro ya no fue más ni su coequipero ni estarían juntos en la misma clase.
En el campeonato escolar lanzó en varios partidos y su profesor hasta le enseñó algunas técnicas que son para serpentineros de más edad. No había quien ganara si él estaba tirando hacia home, y como se le veían condiciones, le llevaron a una categoría superior. Él estaba pletórico de alegría, jugaría con otros de mayor edad. A sus padres el orgullo se les desbordaba como manantial, en el barrio las muchachitas no le perdían ni pie ni pisada a Albertico.
Llegó el día de enfrentarse al nuevo escenario, con los más grandes. No participó en el primer desafío, pero en el segundo fue el abridor y apenas pudo sacar un out; a los dos días igual. No se lo explicaba. Terminó con muy bajos indicadores y, para colmo, con una molestia en el hombro. Al regresar a los de su grupo, no fue el mismo.
A Manolito, que había quedado en el escalón anterior, el poco tiempo de la competencia no le ayudaba; a nadie se le iba a ocurrir probarlo si solo había siete encuentros para definir al ganador. Es decir, ni siquiera salió al terreno.

SEMBRAR PRIMERO PARA RECOGER DESPUÉS
Cuando un muchacho comienza la práctica de determinada disciplina está lleno de deseos de brillar, de llamar la atención y es en ese instante que la figura del profesor, sea de educación física o entrenador deportivo, desempeña un rol decisivo. Si, como Albertico, muestra dotes y talento, ha de saber conducirlas en cada una de las etapas de su desarrollo, saltarse una es fatal, tanto que podría eclipsar una brillante carrera. Si, como su amiguito, muestra tenacidad y no consigue expresarla en el juego, debe encontrar la manera de liberarlo de tensiones para que logre disfrutar lo que hace.
En otras palabras, si el pedagogo alcanza que los escolares que se inician practiquen el deporte de forma lúdica junto con sus compañeros como medio de socialización y los hace comprender, desde ese primer momento, que la verdadera victoria está en dar el 100 % de sí en cada entrenamiento y competición, habrá fundido el primer gramo de una medalla de oro.
Si se cuenta con calendarios de competencias de corta y larga duración, o si se diseñan temporadas que agrupen a las primeras dentro de un amplio periodo, por categorías de edades, no habría necesidad de quemar una fase en la formación, como le pasó a Albertico, y Manolito pudiera encontrar su despegue. Un despliegue con esas características planta, además, un elemento esencial, el de la motivación, y propiciaría fijar pequeños objetivos que ayuden a progresar y motivar sin plantearse metas inalcanzables que provoquen frustración.
Hoy, por ejemplo, nuestros campeonatos nacionales de mayores, incluso hasta el de béisbol que posee una amplia estructura de torneos nacionales por edades, sufren por la baja calidad. Un certamen a nivel de país en la categoría Sub-12, de solo siete juegos, uno de menores de 18 con poco más de 30, no pueden llamarse campeonatos nacionales. Sería mejor desarrollar uno de más tiempo sobre el terreno en las provincias, de donde salga el campeón de cada territorio y estructurar con ellos uno de corta duración para buscar al monarca de Cuba.
Cuando el viernes 31 de agosto de este año el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el Consejo de Dirección del Inder que analizó los resultados de la delegación cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, expresaba que «los campeonatos nacionales  deben ser lúcidos, no mediocres, con calidad y rigor, donde participen las figuras más destacadas y se televisen por el canal deportivo», no solo hacía un señalamiento, sino que tejía una línea en su concepto de continuidad y delineaba una estrategia.

TODO EMPIEZA POR LA CASA
Un campeonato nacional no puede convertirse en una formalidad, en un trámite burocrático o para hacer una cruz en la casilla de cumplido en un plan de trabajo. Un buen torneo en casa es la base del pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el deporte, porque se conecta con su función social de servir de sano entretenimiento al pueblo, de brindarle un espectáculo que llene de emociones, y como resultado, que sirva de preparación a los deportistas para enfrentar las cada vez más difíciles competiciones internacionales.
Si no vestimos la casa con las mejores galas sería prácticamente imposible hacerlo en el ámbito internacional, es como ir a bailar en casa del trompo. Siempre fue importante la lid a domicilio, pero hoy con una agenda competitiva internacional que obliga a exponerse a innumerables porfías en pos de alcanzar una clasificación sea regional u olímpica, lo que se haga en el patio se vuelve más decisivo. Es cierto que también hoy resulta un reto programar un calendario nacional, justamente por esa gran actividad foránea, pero vencerlo armonizando ambas exigencias es piedra angular del éxito.
Albertico y Manolito llegarían y aportarían a un campeonato nacional lúcido, sin mediocridad, de calidad y con rigor, como dijo Díaz-Canel, si este se construye como un proceso eminentemente pedagógico desde que ellos se asoman al campo de juego; nutriéndolos de buenas prácticas, incorporando los saberes que tributa la ciencia, retomando esa enseñanza de Fidel escrita el 24 de agosto del 2008 en Para el honor medalla de oro, texto imprescindible para el desarrollo deportivo, y en el que se lee «debemos ser profundos en los análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos».

Los aficionados llevan sus iniciativas personales a los estadios de béisbol. Foto: Ricardo López Hevia
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galileo dijo:

1

7 de noviembre de 2018

09:11:33


TOTALMENTE DE ACUERDO..con este articulo, aunque hubiese preferido un poquitico mas de realidad y menos similes con Manolito y Albertico.... Si seguimos enfocando el deporte como una cultura elitista , e la que solo importa la competicion internacional y/o participar en clubes extranjeros, estamos definitivamente perdidos....donde estan los campeonatos sindicales, por suerte aun quedan los Escolares, pero si no se revitalizan iran en decadencia hast adesaparecer....Por que no existe una olimpiada popular, donde participen equipos de barrio, o de centros laborales, incluso en deportes no incluidos en la cartera olimpica....Naci y creci en una epoca donde en cada escuela, en las clases de educacion fisica se decia como lema ( y tambien se creia)...El Deporte , Derecho del Pueblo....., donde vi jugar al equipo de la Construccion contra el del Siquiatrico de la Habana, donde estaba el movimiento deportivo: LPV ( listo para vencer... ya eso se perdio para siempre????

Miguel Ortega Respondió:


7 de noviembre de 2018

17:56:44

¿NO RECUERDA USTED LOS JUEGOS DE LOS TRABAJADORES?.....YO TENGO UNA MEDALLA DE ELLOS!!!!!!

Andrews dijo:

2

7 de noviembre de 2018

09:13:38


Es que con la llegada del internet, facebook y youtube, y el abaratamiento relativo de hacer TV con telefonos camaras ligeras, laptop para editar y equipos de miles de gradados de periodismo en cuba. es increible que no siga la tendencia mundial de hacer TV para internet. Los nuevos publicos consumen mas espacios via telefono que equipos en la sala de casa, hasta las granden televisoras han ido migrando. Entonces lo que hay es que trazar estrategias de divulgacion para que el campeonato inter secundarias basicas de cada ciudad o municipio sea el mas importanate, y reconosca tanto a los muchachos como alos profesores de educacion fisica. y asi cada escalon hasta llegar a telecentros y la TV nacional. gracias

Lazaro dijo:

3

7 de noviembre de 2018

09:19:40


Hay mucha tela a cortar en este articulo, que me parece es solo la punta de un tema complejo,pero necesario. Oscar, como siempre urgando en la herida, para impulsar a sanarla. Ese es el papel de nuestros comunicadores. Empiezo casi por el final. Cuantos peloteros menores de 25 años estan activos en la MLB (roster de los 40). Cuantos entre 30 y 35, donde ya casi nosotros los queremos jubilar. Todo tiene su proceso. En futbol mundial (primeros equipos) , cuantos hay menores de 20? A que edad se retiran?No solo pensemos en Buffon ni en Toti (de la Roma, que se retiro el pasado año). Sabemos que tenemos dificultades economicas, para lograr muchas cosas,pero en cuantos deportes olimpicos, centroamericanos, o panamericanos participamos? De ellos, en cuantos organizamos verdaderos campeonatos nacionales, provinciales, eventos de base etc.? No solo es la captacion, sino primero la formacion. A cuantos realmente se les da el nivel de informacion y divulgacion que requieren?, Me da la impresion que a veces le damos mas cobertura a una "figura cultural". cantante, grupo, etc, que creo que a veces no lo amerita. No me refiero exactamente a los clasicos que se lo han ganado en el transcurso de los años. Recuerdo en mi epoca de estudiante secundario (12 y 13 años) haciamos competenda de carreras, saltos, volley ball, basket. Algunos boxeo, otros en judo etc. En realidad hay talentos, pero muchos se forman en la practica. No todos son geneticos. Yo diria mas a como dice Oscar "hay muchos campeonatos a distintos niveles que son una formalidad, y eso mas que ayudar al desarrollo es algo contraproducente. Confiamos en que se siga "agarrando al toro, por sus cuernos", como vemos que ya se empieza a hacer.

fito dijo:

4

7 de noviembre de 2018

12:46:03


Les recuerdo que para todo esto se necesitan recursos y muchos, por eso, es hora de buscarlos por otros metodos ya inventados, en muchos paises el deporte tambien se vuelve en una industria mas, solo aspiro que se pueda financiar el deporte de masas o popular y les recuerdo que el DEPORTE DERECHO DEL PUEBLO tambien fue una de las columnas de la Revolucion.

Jesús López Martínez dijo:

5

7 de noviembre de 2018

14:51:48


Totalmente de acuerdo con Ud. Todos los campeontaos requieren de la máxima atención de los principales dirigentes a su nivel: deportivos, gubernamentales y políticos. Pueden faltar recursos materiales, pero con esos recursos debe lograrse la maxima organización. Un papel muy importante debe desempe;ar la prensa cubana. Los mas de treinta deportes que se practican en Cuba no ocupan ni el 50% del tiempo del NTV en esta esfera, pues se ve que están loquitos con poner las noticias del futbol europeo, con imágenes y todos , porque es mas facil bajar de internet que entrevistar anuestros atletas, ir a los estadiso, a los centros de entrenamientos. Mencióh especial para el trabajo de Yisel Filiú que sigue hasta la saciedad los deportes y deportistas que atiende, va a las competencias, a los centros de entrenamientos, entrevista a los atletas y directores, etc.

Tirso Sáenz Coopat dijo:

6

7 de noviembre de 2018

15:38:37


Gracias Oscar por tu artículo, siempre tratando de mover hacia la reflexión. No es la primewra que se habla de este tema en los últimos 10 años y todo sigue igual o casi igual. Se critica por entrenadores, atletas, la prensa y todos el llamado "campeonismo". Pero este sigue ahí haciendo un daño tremendo y hasta con aristas bien oscuras. Me preocupa cuando veo veo a un muchacho en edad escolar o juvenil jugar en series nacionales o equipos nacionales (como en el voliebol, que juega bastante fuera de casa) y puede que los jóvenes sean muy buenos, pero qué pasa con sus estudios, qué ocurre con su formación profesional. Un artista puede ejercer de manera brillante su talento durante décadas. Un atleta puede ser estrella por relativamente poco tiempo, y ahí ese muchacho puede empezar a sufrir el salto injustificado de etapas, pues us futuro será muy limitado. Si hay campeonatos nacionales bien formales, qué hablar de los provinciales y de base. Si no arreglamos la base, será muy difícil encontrar la tan cacareada sostenibilidad. Gracias Oscar