Un precedente de lo que pudiese acontecer en los certámenes de lucha durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, representó el certamen clasificatorio de cara a la justa regional, que el pasado sábado concluyó en el capitalino Coliseo de la Ciudad Deportiva.
Más allá del hecho de alcanzar los 18 boletos en disputa, seis por cada modalidad (grecorromana, libre masculina y femenina), la posibilidad de ver a nuestras figuras «medir fuerzas» ante sus principales rivales del área constituyó un significativo aporte, a fin de determinar las posibilidades reales de este deporte durante la cita múltiple en tierras cafeteras.
Cuando aún se producían los últimos desbalances sobre las lonas del Coliseo, los planteles de la greco y libre masculino anunciaron su intenciones de «barrer» en Barranquilla, llevándose las seis medallas de oro para cada una de sus respectivas categorías, mientras que el conjunto femenino, todavía en crecimiento y con la mayoría de sus atletas en edad juvenil, pronosticaba dos cetros a la cuenta de la medallista de bronce mundial para menores de 23 años Yudaris Sánchez (68) y su coequipera Lianna de la Caridad Montero (57).
O sea, con un posible total de 14 preseas doradas, la lucha de nuestro país pudiese protagonizar una las contribuciones más determinantes para la causa de la Mayor de las Antillas en sus aspiraciones de mantenerse en el cenit del medallero por naciones, en lo que se presagia será la batalla más dura de los últimos 40 años. De materializar ese propósito, superarían las diez coronas alcanzadas en la edición precedente de Veracruz 2014, donde esta disciplina fue la cuarta en el cómputo de metales áureos, por detrás del atletismo (23), el tiro (14) y el judo (13).
Por lo que vimos en el clasificatorio, la meta es realista y acorde a las potencialidades que hoy evidencia este deporte, que no solo se apoya en el talento y sacrificio de sus figuras sino en la maestría y sapiencia de su colectivo de entrenadores, eficiente en la misión de mantener al país como potencia del área y mundial.
Este certamen nos posibilitó observar un Ismael Borrero desbordando maestría sobre el área de combate, aún cuando se encuentra en un proceso de adaptación a su nuevo peso de los 67 kilogramos, así como a los cambios en el reglamento y el pesaje.
Aunque fuera de lo competitivo, igualmente destacado resultó el retiro del deporte activo de la destacada luchadora LisseteHechevarria, campeona centroamericana en Veracruz en 2014, y titular de los Panamericanos de Guadalajara en 2011, quien recibió varios reconocimientos en el acto de despedida de manos del presidente del Inder, Antonio Becali, y de la federación nacional por medio de Gustavo Rolle, considerado el «padre de la lucha cubana».
Los muchachos de la «libre» se encargaron de clausurar el torneo con broche de oro, en una espectacular barrida que tuvo como protagonistas a Reineris Andreu (57 kilogramos), Alejandro Valdés (65), Franklin Marén (74), Yurieski Torreblanca (86), Reineris Sala (97) y YudenniAlpajón (125), quienes no cedieron en un solo combate agenciándose todos los títulos en disputa.
En esa jornada de cierre, el indómito Marén acaparó las mayores emociones al derrotar cerradamente en al final 3-2 a un gladiador de amplísimo aval como el puertorriqueño Franklin Gómez, subtitular mundial en 2011 y vigente campeón centroamericano de los 65 kg.
Tras lo visto durante estos tres días, la lucha cubana dejó en claro su superioridad en esta área del continente, avisando que en Barranquilla la pelea por países la quieren ganar por «pegada».

















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Lazaro dijo:
1
25 de marzo de 2018
23:40:27
Alex dijo:
2
26 de marzo de 2018
11:08:19
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3
26 de marzo de 2018
12:35:08
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26 de marzo de 2018
15:00:51
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5
26 de marzo de 2018
15:36:51
Jersy Díaz Rojas dijo:
6
26 de marzo de 2018
17:37:46
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