
«¡Saquen a ese “hijo de puta” del campo de juego ahora mismo!». La injuriosa frase del presidente norteamericano Donald Trump rebotó de un confín a otro. ¿Por qué el exabrupto y contra quiénes?
Hace un año, en agosto del 2016, durante uno de los partidos de la pretemporada de la Liga Profesional de Fútbol Americano (NFL), Colin Kaepernick, entonces jugador de los San Francisco 49ers, hincó una de sus rodillas en tierra en el momento de escucharse el himno de Estados Unidos, como protesta por los maltratos a los ciudadanos negros en ese país, hechos incrementados en este 2017.
Desde entonces Trump no ha desperdiciado una oportunidad para hacerse sentir en público o por medio de mensajes electrónicos, y el pasado 22 de septiembre –durante un mitin en Alabama dirigido a sus votantes– retomó el tema al poner en plural la frase que encabeza estas líneas, pidiéndoles a los aficionados que no concurran a los estadios hasta que los jugadores abandonen ese modo de protestar. Al unísono, presionó a los dueños de equipos de la NFL para que no contraten a Kaepernick, reclamante ante la justicia, entre otras razones porque, además de su desacuerdo con el castigo que le imponen hoy, el reglamento de la NFL no establece la obligatoriedad de escuchar el himno nacional de pie, como sí lo exige la NBA (Asociación Nacional de Baloncesto).
Sin tener un carácter legal, el Código de Bandera en Estados Unidos indica que los presentes se pongan de pie y miren de frente a la insignia nacional cuando sea interpretado el himno. Los civiles llevarán la mano derecha al
corazón, en tanto los militares hacen el saludo castrense.
NO VAN A LA CASA BLANCA
Los deportistas estrellas son vistos en el mundo entero –esencialmente por los jóvenes y niños– como modelos a seguir, por su entrega, nobleza y espíritu de superación; constituyen paradigmas cuya imagen perdura por tiempo ilimitado en la memoria de la gente. No en balde esta controversia se ha enfilado por un camino complicado para el mandatario, pues las diferencias toman cuerpo también en las opiniones y actuaciones de otros atletas, incluso, se ha extendido a diferentes esferas de la vida en Estados Unidos.
La expresión de descuerdo con la discriminación y el maltrato hacia los ciudadanos negros iniciada por Kaepernick halló respaldo en baloncestistas tan destacados como Stephen Curry y LeBron James. El primero de ellos, luminaria del elenco Golden State Warriors, campeón de la NBA, lideró la decisión de no asistir a la recepción que, de acuerdo con una tradición de décadas, tiene lugar en la Casa Blanca en honor a los titulares de esa liga.
En respuesta al anuncio, Trump retiró la invitación, gesto de inmediato ripostado por los Warriors (Guerreros), quienes determinaron que de cualquier manera irán a Washington el próximo año. «En lugar de una visita a la Casa Blanca, hemos decidido que usaremos de manera constructiva nuestro viaje a la capital para celebrar la igualdad, la diversidad y la inclusión: los valores que abrazamos como organización», así dieron a conocer su propósito.
Al mismo tiempo, LeBron James, estrella de los Cleveland Cavaliers, reaccionó en una breve frase: «Ir a la Casa Blanca fue un gran honor hasta que (él) apareció», refiriéndose al actual mandatario.
Precisamente el martes de esta semana, en el partido inaugural de la temporada de la NBA, James encabezó una protesta durante la cual los integrantes de su equipo se mantuvieron de pie, pero entrelazaron sus brazos al
escucharse el himno nacional.
Aunque Trump instó a los aficionados para que se alejaran de los estadios por considerar irrespetuosas esas manifestaciones de los deportistas, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, calificó de comentarios divisivos los plasmados en blanco y negro por el inquilino de la Casa Blanca, lenguaje que calificó como una desafortunada falta de respeto hacia la NFL y sus jugadores.
MÁS ALLÁ DEL TERRENO DE JUEGO
Conocidas estrellas del espectáculo como los cantantes, compositores y productores musicales Stevie Wonder, Pharrel Williams y John Legend han manifestado su apoyo a quienes luchan contra la injusticia social.
Wonder puso las dos rodillas en el suelo antes de iniciar un recital en Nueva York; Williams mostró su desacuerdo durante una actuación en Charlottesville, centro de las protestas contra el racismo en el pasado mes de marzo; mientras Legend se arrodilló durante un concierto en Hamburgo, además de haber publicado una carta en la que en uno de sus párrafos sentenció: «Cada vez que alguien se arrodilla o alza el puño, los espectadores deben enfrentarse al porqué, con la incómoda realidad de que nuestro país margina diariamente a miles de personas de las comunidades empobrecidas».
La presentadora Ellen DeGeneres; el cantante John Mayer, para quien «los comentarios de Trump sobre los jugadores de la NFL vuelven a demostrar que está empecinado en envenenar todos los aspectos de la vida americana», también han protestado. La actriz Olivia Wilde y el reparto de la obra Broadway 1984 se arrodillaron en el escenario al término de la función, en tanto el realizador Michael Moore, los actores Samuel L. Jackson, Mark Hamill y Zoe Kravitz, incrementan la relación de conocidos mundialmente en favor de la causa defendida por los deportistas.
¿Qué les dirá Trump a cada uno de ellos y a los que se van sumando?

















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Esperanza Bulguera dijo:
1
20 de octubre de 2017
07:27:08
jorge dijo:
2
20 de octubre de 2017
07:57:03
marino dijo:
3
20 de octubre de 2017
09:24:26
MfasT108MPH dijo:
4
20 de octubre de 2017
09:33:00
JOSE dijo:
5
20 de octubre de 2017
14:58:17
Miguel Angel dijo:
6
21 de octubre de 2017
03:28:40
josel dijo:
7
23 de octubre de 2017
16:29:33
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