Dos acontecimientos del voli playero llamaron la atención en el Open de Qinzhou, China: la inesperada victoria de los rusos Maxim Sivolap-Igor Velichko y las medallas de plata y bronce ganadas por dos parejas de Latinoamérica.
Para los rusos, la parada asiática concluida este domingo se les antojó como un viaje al paraíso, pues llegaron a la sede instalados en el lugar 60 del ranking del Circuito Mundial, avalados por solo 378 puntos producto de haber participado únicamente en tres de las más de 20 lides efectuadas desde febrero a la fecha. Su éxito 2-1 (21-18, 16-21, 15-10) en las semifinales sobre los cubanos Nivaldo Díaz-Sergio González y luego el 2-1 (19-21, 21-19, 20-18) a costa de los mexicanos Lombardo Ontiveros-Juan Virgen, iluminaron sus rostros.
Los medallistas de oro se adjudicaron 600 puntos para el ranking, cuando a este Circuito le restan dos escalas: la primera en Aalmeer, Holanda, del 25 al 29 de este mes, y la conclusiva en Sydney, Australia, del 23 al 26 de noviembre.
LUZ LATINOAMERICANA
Conocidos por su oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, veteranos de mil campañas y bien conocidos por los cubanos, el dueto azteca integrado por Ontiveros-Virgen llevaron bien en alto el pabellón latinoamericano en la competencia de China, donde hubo fuerte rivalidad entre contendientes de Europa, Asia y América.
La presea plateada de los mexicanos complementa la satisfacción de que el área de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca) va ganando espacio en el voli playero, en tanto ya también es una zona reconocida en el voleibol de sala, donde tendrá cinco plazas para el Mundial 2018 masculino entre los 24 participantes.
Ahora, con una experiencia incrementada,
después de haber finalizado quintos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, situarse entre los puestos del nueve al 16 en el Mundial de Holanda 2015 y repetir ese resultado en la edición de Viena 2017, Nivaldo Díaz-Sergio González lograron en el Circuito Mundial el oro de su debut de Langkawi, Malasia, en febrero, y el bronce del Open de Qinzhou, además del quinto escaño en Xiamen, China, el pasado abril como notas destacadas.
En Qinzhou entraron en el cuadro principal de 32, sin necesidad de lidiar en la fase clasificatoria, en tanto solo experimentaron un revés en sus cinco salidas a la arena.
Dominaron 21-13, 21-16 a los turcos Giginoglu-Mermer; en la ronda de 16 derrotaron 2-1 (15-21, 21-16, 15-11) a los bielorusos Kavalenka-Dziadkov; superaron 21-18, 21-13 a los cataríes Ahmed Tijan-Do Nacimento; perdieron 1-2 a manos de Sivolap-Velichko, 18-21, 21-16, 10-15, y con ese empuje que los distingue les ganaron el bronce 2-1 (21-16, 16-21, 15-11) a los belgas Koekekoren-Van Walle, un dúo curtido en torneos internacionales, ocupantes del lugar 19 en el ranking del Circuito.
Tras esta actuación de Nivaldo-Sergio, nos vienen a la mente las jornadas del cierre del voli playero en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, cuando después de haber mostrado aplomo y calidad ante parejas establecidas como las de Brasil y Rusia, estuvieron a punto de entrar en las medallas. Fue entonces, a la sazón de aquellos días, que nació la merecida idea de presentar a estos dos jóvenes en el Circuito Mundial. Por lo visto hasta hoy, han honrado aquella propuesta.
En la clasificación femenina de Qinzhou, el oro fue para Mariafe Artacho-Taliqua Clancy (Australia), vencedoras 21-11, 21-12 de las polacas Kinga Kolosinska-Katarzyna Kociolek. El bronce quedó en manos de las estadounidenses Brooke Sweat-Ross Summer, quienes superaron 21-18, 21-13 a las chinas Fan Wang-Xinyi Xia.
Las cubanas Leila Martínez-Lidiannis Echeverría terminaron entre los puestos del noveno al décimosexto.

















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Miguel Angel dijo:
1
15 de octubre de 2017
23:35:49
yosvany munoz dijo:
2
16 de octubre de 2017
16:43:03
Ramon dijo:
3
17 de octubre de 2017
04:04:19
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