
En el béisbol, los números, si bien no ofrecen una visión absoluta del juego, ponen sobre la mesa una serie de elementos de peso que permiten la valoración de un equipo o un pelotero. Basándonos justamente en la lógica estadística, podríamos afirmar, por ejemplo, que los Piratas de la Isla de la Juventud no van a llegar muy lejos en la 57 Serie Nacional.
Ellos tienen un diferencial de carreras negativo (-31), les han anotado en 132 oportunidades (quintos que más permiten), son los que menos extrabases (34) y jonrones (seis) conectan, y solo dos de sus maderos superan la cifra de diez empujadas. Sin embargo, muchas cosas se pueden aprender de los pineros, una de las novenas con más dedicación, voluntad y ética de trabajo en los clásicos domésticos.
Hace solo unos días palpé de primera mano la dinámica de los Piratas, desde sus interminables y madrugadores viajes en catamarán rumbo a la isla grande, hasta los métodos del alto mando en la conducción de un colectivo extremadamente inexperto, salvo por contadas excepciones. De esas jornadas saqué tres lecciones fundamentales, las cuales no quisiera pasar por alto.
–Ellos no temen al cambio: todas las provincias de Cuba se enfrentan hoy a los movimientos constantes de peloteros, ya sea por bajo rendimiento, indisciplinas o salidas del país. En este punto, Isla de la Juventud sufre un poco más, pues la población del territorio no excede los 87 000 habitantes, lo cual implica trabajar con una cantera reducida. En aras de disminuir el impacto de este hándicap, la dirección beisbolera en suelo pinero ha apostado por jugadores de otras provincias, la mayoría muy jóvenes.
«Tenemos muchos hombres de La Habana y Pinar del Río, sobre todo, pero no son los mismos que llegaron hace tres años.
De la temporada del segundo lugar solo Dainier Gálvez y Luis Felipe Rivera se mantienen regulares, por lo que la dinámica ha cambiado totalmente. Pero en medio de ese flujo constante, buscamos adaptarnos y sostener una idea de juego, siempre con un equipo que se entregue, que supere las adversidades y que eleve su nivel competitivo», explica el mánager José Luis Rodríguez Pantoja.
–Desarrollan el talento en medio de un campeonato: siempre se ha dicho que los torneos de primera categoría, dado su alto nivel competitivo, no deben ser el escenario de desarrollo del pelotero, sino un escaparate para pulir pequeñas deficiencias. No obstante, los Piratas han hecho parte de su rutina habitual el trabajo con jóvenes casi sin experiencia, muchos de los cuales no estaban listos para el salto a la Serie Nacional.
«Tanto los muchachos naturales de la Isla como los que vienen de otras provincias, son atletas en pura formación, que no aportan experiencia competitiva por su corto recorrido. Con ellos hay que tener mucha paciencia y realizar permanente trabajo educativo, sin perder nunca la comunicación. Además, es vital que exista buena química entre los jugadores del patio y los foráneos, entre los jóvenes y los más veteranos», precisa Pantoja, quien cuenta con un gran apoyo en el puente de mando.
«Ayuda mucho contar con insignias de la Isla como Alexander Ramos o Carlos Yanes, quienes todavía están aprendiendo porque tienen poca experiencia en la dirección, pero aportan vivencias y conocimientos gracias a sus largas y fructíferas carreras de jugadores».
–Nunca es prudente descartarlos: con nueve victorias, válidas para la decimocuarta posición, y 20 partidos por jugar, es muy difícil que los Piratas remonten para incluirse, al menos, en el último puesto del comodín, pero no es conveniente enterrarlos. Nadie contaba con Isla de la Juventud hace tres temporadas y se colaron hasta la final, erigiéndose en el clásico matagigantes del certamen.
El conjunto actual es muy diferente, pero resaltan chicos talentosos como el veloz jardinero ambidiestro Eliseo Rojas, el torpedero Roberto Acevedo, de excelentes manos y gran movilidad, el receptor Jordanys Acebal, implacable en los tiros a las bases, y los lanzadores Jonathan Carbó o Miguel Ángel Lastra, ambos con poder y perspectivas.
Sobre ellos y su colectivo en sentido general, Pantoja considera que deben explotar su potencial, mejorar aspectos de juego y fortalecer su pensamiento. «En ocasiones, cuando fracasan en algo se frustran y creen que nada tiene solución.
Nosotros buscamos oxigenarlos con acciones positivas y, mediante el trabajo sicológico, convencerlos de que pueden triunfar».

















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reinier dijo:
1
14 de septiembre de 2017
21:48:01
Nelson dijo:
2
15 de septiembre de 2017
08:26:26
israel benitez dijo:
3
15 de septiembre de 2017
10:52:28
Pinero dijo:
4
15 de septiembre de 2017
12:49:32
RAFR dijo:
5
15 de septiembre de 2017
13:37:17
Eliseo rojas dijo:
6
17 de septiembre de 2017
02:53:13
Ariannis dijo:
7
18 de septiembre de 2017
12:28:48
Jorge A. Peralta Vanegas dijo:
8
20 de septiembre de 2017
18:51:27
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