ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Pinareños y matanceros han demostrado sobre la cancha porqué son los aspirantes al título nacional. Foto: Ricardo López Hevia

Finalmente, la investidura del nuevo rey en el baloncesto cubano, rama masculina, acontecerá en tierras pinareñas, luego de que el playoff final entre los quintetos de Matanzas y Pinar del Río traslade nuevamente sus acciones hacia los predios de la sala 19 de Noviembre en la capital vueltabajera.

Tras cinco peleados choques, los de la más occidental de las provincias conservan la ventaja con tres victorias y par de reveses y solo necesitan un triunfo en los dos partidos restantes para alzar su primer trofeo en la historia de los torneos domésticos. No obstante, la tropa matancera—que tampoco ha ganado la corona nacional—  dejó bien claro en el último enfrentamiento que sabe jugar bajo presión y desde este martes a las 7:00 p.m. saldrá en busca de una victoria que alargue la definición a un séptimo y decisivo juego.

Hasta la fecha todos los duelos entre estos equipos se han caracterizado por su pobre ofensiva. Matanzas nunca ha superado los 70 cartones en el marcador, mientras que Pinar del Río fijó un tope de 75 en el tercer choque, factor que tiene sus causas en el férreo planteamiento defensivo impuesto por las huestes vueltabajeras y la baja efectividad de los jugadores de ambos planteles de cara al aro, generalmente en los tiros libres y en los lanzamientos desde más allá del perímetro.

A pesar de ello, el amor a la camiseta y la combatividad sobre el terreno nunca han estado escasos en ningún enfrentamiento. Por ejemplo, en el choque de este sábado efectuado en predios matanceros, el capitán yumurino Yasmani Deschapelle y el refuerzo avileño de ese mismo conjunto, William Granda, sacaron a relucir una especie de vocación espartana.

A sabiendas de la imperiosa necesidad de un base organizador en su equipo, Deschapelle arriesgó su propia integridad física y salió al terreno con la clavícula fracturada para apoyar en la distribución del juego a sus compañeros, mientras que Granda, quien apenas podía trotar sobre el tabloncillo, se mantuvo estoicamente durante varios minutos en la cancha, demostraciones que tienen mayor valor cuando se trata de baloncesto, un deporte donde predomina el fuerte contacto físico.

Estoy seguro que tamañas demostraciones serán presenciadas mañana y de ser necesario también el miércoles, porque tanto Pinar del Río como Matanzas —dos conjuntos que nunca han llegado a la cima— están ávidos por inscribir sus nombres en la historia.

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Marcos de Jesús Hervis Calderín dijo:

1

10 de abril de 2017

11:32:09


La entrega de estos quintetos en la cancha es evidente, pero hay que resaltar el trabajo de los yumurinos que plagados de lecciones han sabido sobreponerse, el título no se define hasta el miercoles. No se pueden olvidar los pinareños que antes de llamrle al equipo de Matanzas la maquinario roja, se hacían llamar Los guerreros en su olla de presión la Sala Aurelio Janett

Oscar De Rojas dijo:

2

10 de abril de 2017

22:39:12


Tanto Mtanzas como P.del Río son probinvias que siempre han demostrado buen baloncesto.Ahora tienen la oportunidad uno de ellos en convertirse por primera vez como campeón Nacional. Ojala k nuestro balonesto salga adelante también en las futuras competencias internacionales.