ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Alejandro Valdés (derecha) se ha convertido en uno de los principales representantes de la lucha cubana. Foto: Ismael Batista

A sus 28 años, Alejandro Valdés se encuentra en el momento más encumbrado de su carrera. La evolución mostrada por el «librista» capitalino durante la última temporada solo puede calificarse de impresionante. En sus últimas 28 apariciones sobre el colchón,  Valdés ha salido airoso en 27 de ellas. Una solitaria derrota ante el ruso Magomed Kurvanaliev, en la final del Grand Prix Dorado de Bakú, Azerbaiyán, celebrado el pasado noviembre, constituye su único desliz en más de cuatro meses de competición.

Una cadena de 17 victorias consecutivas en la Liga Alemana de Lucha, sumadas a las tres alcanzadas en el Gran Premio azerí y otras siete en el recién concluido Campeonato Nacional de esta disciplina, componen la impecable cosecha de este gladiador. Por ello Granma no resistió la tentación de conocer de primera mano las claves de su acelerado progreso.  

–Alejandro, participar en la Liga Alemana de Lucha ha sido un factor  significativo en tu carrera, cuéntanos de sus características…  

–Es un certamen bastante prolongado en el que se combate cada semana. Esto te obliga a mantenerte al ciento por ciento. Competir a este ritmo me ha ayudado muchísimo, no hay tiempo para relajarse. Por lo general el entrenamiento dirigido se realiza a las ocho de la noche, y en el horario de la mañana se hacen algunos trabajos individuales.

–¿Mantenerte siempre en tu peso fue una ventaja frente a otros luchadores que necesitaban bajar constantemente?

–El día antes de la competencia nos preparamos específicamente para dar con el peso. En la Bundesliga este proceso se efectúa diferente al resto de los eventos, el pesaje se realiza 45 minutos antes de que empiece la primera pelea del match. Por ejemplo, el control se realiza a las 6:45 p.m. y te vas directo al calentamiento porque a las 7:30 p.m. rompe la primera pelea. En ese horario tienes que arreglártelas para alimentarte y mantenerte hidratado. Yo fui muy disciplinado y siempre me mantuve en los 66 kg. Tener que bajar de peso no es una buena idea, porque no te recuperas.

–¿Cómo era tu relación con el resto de tus compañeros?

–Era un trabajo en equipo, había mucha alegría, creo que eso propició que obtuviésemos el campeonato. Con quien mantuve una relación más estrecha fue con el alemán Frank Stäbler,  campeón del mundo en Las Vegas 2015, en la división de los 66 kilogramos del estilo grecorromano. En el club SVG Weingarten él competía en los 75 kg y junto a mí éramos los que halábamos a ese equipo.

–¿Se vive la lucha como un espectáculo en Alemania?

–Sí, es algo parecido al fútbol, es un show increíble. Teníamos hasta un club de fans que nos apoyaba muchísimo, eso nos inspiraba. Antes de cada enfrentamiento se hacía una ceremonia de presentación en la cual desfilan los dos equipos, con un narrador encargado de anunciarte. Estar presente en esos escenarios te ayuda a climatizarte en ese tipo de certámenes, semejante a lo que te encuentras en Copas del Mundo o Grand Prix. Aquí en Cuba los torneos no tienen esa dinámica, por ello es difícil adaptarse cuando se compite en eventos internacionales, porque no vivimos ese tipo de rutinas.  

–¿Qué enseñanzas tomaste de esa experiencia en Alemania?

–Competir allí me enseñó a manejar tácticamente cada pelea. No era simplemente ganar, a veces te exigían imponerte por amplio margen, aunque hallaras a un rival de consideración, por ello había que emplearse a fondo, tenías que ser muy exacto. No puedes pensar solo en ti, es un trabajo en equipo en el cual se compilan los resultados de todas las peleas. Cada pleito ganado con una diferencia de 15 puntos o más equivalían a cuatro unidades para el club; si marcabas entre ocho y 14 rayas, ganabas tres, y así en forma descendente acorde con los puntos marcados.

–¿Cómo eran tus condiciones de vida?

–El alemán es un idioma complicado, me comunicaba generalmente en inglés. Las condiciones de vida eran perfectas, teníamos sauna, jacuzzi, todo estaba disponible.

Vivía en el hotel del equipo. Pienso regresar en septiembre, cuando arranque nuevamente la liga. Ellos me están haciendo una invitación para que vaya antes y esté entrenando por espacio de un mes. Veremos si se da la posibilidad, atendiendo siempre al programa de competencias por Cuba.

–Esta temporada tienes como principal compromiso el Campeonato del Mundo en París, el venidero agosto.

–La aspiración es hacer las cosas bien. No puedo pensar en la medalla de oro sin haber ganado la primera pelea, tengo que ir paso a paso. Me entrego a fondo, amo la lucha y la disfruto muchísimo. El futuro está por ver, mi bujía de impulso es mi pequeña hija de tres meses, la mayor de todas mis alegrías.

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j.columbie dijo:

1

10 de febrero de 2017

04:05:24


me parese que estas entrevistas tienen que hacercela a todos los deportistas cubanos que tienen la posibilidad de estar en clue profecionales en el mundo para que se sepa la verdad hojala que nuestros deportistas cojan ejemplo y ganen en experiencias y con su diciplina y calidad sepan poner el nombre de cuba bien alto cuando leo estas noticias me ciento mas orguyoso de mi tierra saludo desde alemania

Miguel Angel dijo:

2

10 de febrero de 2017

16:39:49


Excelente experiencia para Alejandro Valdés, posee un gran talento, redondeado por el periplo por tierras teutonas. Felicidades por campeón doble, en la lucha y como papá. Muchos éxitos.

Carlos Manuel dijo:

3

13 de febrero de 2017

08:41:04


Confío plenamente en que el cubano triunfará en Paris

jose dijo:

4

13 de febrero de 2017

14:47:02


Lastima que es el primer añó del ciclo Olimpico y que llegara a la proxima olimpiada con 32 Años.